Una vez más vuelve la tensión en el gremio de Sanidad (ATSA) de Bahía Blanca, en tanto la Agrupación Azul difundió un comunicado exigiendo la convocatoria de una asamblea para abordar temas cruciales relacionados con la gestión institucional, incluyendo la situación patrimonial y, en particular, el intento de venta del predio recreativo ubicado en la calle Cipolletti.
Este reclamo surge luego de que la conducción actual del gremio colocara un cartel de venta en el predio de manera inconsulta, generando malestar entre los afiliados, y posteriormente lo retirara tras las denuncias públicas realizadas por la Agrupación Azul que conduce Rodrigo Britos.
En el comunicado fechado el 20 de enero de 2025, la Agrupación Azul argumenta que la venta del predio social, realizada sin consulta previa ni aprobación formal, constituye una violación de los estatutos del gremio, particularmente de los artículos 35 y 36, que regulan la administración y disposición de los bienes gremiales.
“Atento a las situaciones de público conocimiento y a la especial situación de intento de venta inconsulta del predio social de esta institución, nos dirigimos a ustedes a los efectos de solicitarles convoquen a la asamblea ordinaria aún no realizada del corriente año o, en su defecto, a una asamblea extraordinaria”, señala el texto.
Reclamos y argumentos de la Agrupación Azul
La agrupación reclama que se cumpla con lo dispuesto en los estatutos gremiales, exigiendo que la conducción convoque de manera urgente a una asamblea, ya sea ordinaria o extraordinaria, para tratar temas fundamentales como la Memoria y Balance del año, la situación patrimonial de la institución y, específicamente, el intento de venta del predio recreativo.
En el comunicado, los integrantes de la Agrupación Azul advierten que, de no recibir respuesta o en caso de una negativa por parte de la Comisión Directiva, recurrirán a la autoconvocatoria de la asamblea, amparándose en el artículo 35 inciso d) del estatuto social.
Asimismo, sostienen que cualquier dilación o negativa podría acarrear consecuencias legales para los responsables de la conducción actual del gremio.
“Desde la Agrupación Azul hacemos responsables a quienes desempeñan las funciones directivas de las consecuencias jurídicas civiles y penales que pudiesen corresponder en caso de persistir en la flagrante inobservancia de los preceptos legales a los que deben ajustar su administración”, afirman con contundencia.
Contexto y antecedentes
El conflicto se desató cuando la conducción gremial colocó un cartel de venta en el predio recreativo de la institución, ubicado en la calle Cipolletti 450, sin consultar previamente a los afiliados ni realizar una convocatoria formal para deliberar sobre el tema.
Este hecho fue denunciado públicamente por la Agrupación Azul, que cuestionó la falta de transparencia y de cumplimiento de los procedimientos estatutarios.
Tras las críticas, el cartel fue retirado, pero la agrupación continúa exigiendo explicaciones y una deliberación formal para que los afiliados puedan decidir democráticamente el destino del predio.
Rodrigo Britos, líder de la agrupación, señaló en reiteradas ocasiones la necesidad de un manejo transparente de los recursos y bienes del gremio, subrayando que cualquier decisión que afecte al patrimonio institucional debe ser debatida y aprobada por los afiliados en asamblea.
A su vez, desde la Agrupación Azul no descarta medidas más drásticas si la Comisión Directiva del gremio se niega a convocar la asamblea en los plazos establecidos por los estatutos. Entre las acciones planteadas, se encuentra la posibilidad de autoconvocar a los afiliados para deliberar sobre los temas pendientes. Además, advierten sobre consecuencias legales para los dirigentes actuales en caso de persistir en lo que califican como una “flagrante inobservancia” de las normativas internas.