Hace exactamente un año, una perra de la raza Rottweiler atacó salvajemente a un niño de 4 años en el barrio Palihue, dejándole serias heridas y secuelas psicológicas. El animal en cuestión es propiedad del ex diputado nacional Dámaso Larraburu, quien a un año del ataque no se ha hecho cargo de la situación, a pesar de que se había comprometido a hacerlo.
Solange Ledo, mamá del niño atacado, contó en Radio Altos que su hijo fue intervenido quirúrgicamente a lo largo del último año en dos ocasiones, que le aplicaron 180 puntos de sutura en todo su cuerpo, desde los tobillos hasta el rostro y la nuca por las lesiones que la perra le provocó.
“Tiene una herida a medio centímetro de la carótida; por medio centímetro mi hijo hoy está vivo”, afirmó, resaltando la gravedad del ataque.
El niño sufrió una grave lesión en la pierna, perdió parte de la masa muscular y presenta daños el nervio ciático; solo en esa zona tiene 80 puntos de sutura.
“Dos veces al día le tenemos que hacer curaciones con cremas y cambiar los parches. Psicológicamente quedan secuelas, se hace difícil salir a la calle, ir a una plaza; él tiene aún miedo y pesadillas”, señaló.
Además, su hijo mayor, quien estaba en la plaza el día del ataque y vio cómo la perra mordía a su hermano, también sufrió consecuencias psicológicas.
“Siendo más grande es el que más afectado psicológicamente está, nos cuesta salir a espacios abiertos donde hay perros. Es muy difícil todo lo que vivimos, no le deseo a nadie esto”, expresó.
Los profesionales que asisten al menor confirman que no tendrá problemas a nivel motriz y por su corta edad se recuperará el músculo que perdió en la pantorrilla, pero sí quedarán marcas estéticas.
Ledo contó que, al cumplirse el primer aniversario del incidente, se dirigió a la casa de Dámaso Larraburu porque quería saber qué había ocurrido con la perra que atacó a su hijo.
“En todo este año no supe nada de esa perra. Le toqué el timbre, salió Larraburu al jardín y la perra que se asomaba por la ventana me ladraba. Me parte el alma que mantenga esta actitud indiferente y tan insensible con la vida humana y la de los chicos”, planteó.
No dudó en advertir que Larraburu “mostró con creces que no está en condiciones ni a la altura de hacerse cargo de la perra” y argumentó su postura recordando que era la segunda vez que se le escapaba el animal y se dirigía a la plaza a morder personas. Antes del episodio que sufrió su hijo, en 2020 la perra se había escapado justo en el horario de salida escolar y ataco a varios chicos.
Tanto la escuela 39 como el jardín de infantes 916 solicitaron medidas para que no ocurra otra situación similar, mientras que la sociedades de fomento directamente le reclamaron a Larraburu que retire el animal del barrio.
“Nunca me llamó para preguntarme cómo estaba mi hijo. En un año no cambió nada para que esto no vuelva a pasar. Lo único que cambió en un año es el cuerpo de mi hijo”, afirmó tajante Ledo contra Larraburu.
Sin embargo, en una entrevista con Telefé Bahía Blanca, el exdiputado menemista había reconocido la situación y se había comprometido a subsanar, en la medida de lo posible, esta difícil situación que marcó la vida de un niño de apenas 4 años.
“Estoy esperando que me llamen para cumplimentar todo lo que pidió la madre, el hermano y el abuelo, si los perros tienen todas las vacunas que se requieren. Voy a hacer a hacer todo lo que me pidan y asumo el error” manifestó Larraburu el 28 de enero de 2021, exactamente hace un año.