Al cumplirse dos meses desde la devastadora inundación que afectó a Bahía Blanca, Carlos Torres Carbonell, Ingeniero Agrónomo, docente de la Universidad Nacional del Sur e investigador del INTA, reflexionó sobre los hallazgos del estudio conjunto entre la Universidad y el INTA.
En una entrevista con Juan Ignacio Guarino para El Ágora 2025, al aire de Radio Taboo, Torres Carbonell desglosó detalles del informe, cuya segunda parte se publicó recientemente y cubre las áreas de Cerri y las zonas rurales circundantes.
Análisis de las causas detrás de la inundación
Torres Carbonell enfatizó la importancia de entender los factores que propiciaron la inundación del 7 de marzo. “Comprender las causas de la inundación es clave para prevenir futuros desastres”, afirmó.
Las primeras dos partes del informe se centra en Bahía Blanca y en Cerri y zonas rurales aledañas respectivamente, destacando la necesidad urgente de mejorar las infraestructuras de drenaje y gestión de aguas.
“Estamos viendo cómo la geografía y las prácticas agrícolas en estas áreas contribuyen al problema”, explicó Torres Carbonell, respecto al informe del que participaron también Gerónimo De Leo, Andrea Lauric, Juan Carlos Schefer, Matías Duval y Federico Labarthe.
Explicando el complejo fenómeno, Torres Carbonell puntualizó que “entender la inundación es vital para preparar a Bahía Blanca ante el cambio climático”. Indicó que un cúmulo de precipitaciones anómalas y la insuficiente infraestructura de drenaje se combinaron de manera catastrófica.
Según el investigador, estos eventos subrayan la urgencia de actualizar y expandir el sistema de drenaje urbano para evitar que las lluvias excesivas se traduzcan en invasiones de agua perjudiciales para la ciudad.
Cambio climático y estrategias de mitigación
En cuanto a medidas preventivas, Torres Carbonell enfatizó la necesidad de un enfoque multidisciplinario y sistemático. Propone que se invierta en infraestructura verde, como parques y espacios abiertos, que puedan funcionar como esponjas naturales en tiempos de lluvia intensa.
“La planificación urbana que incorpore consideraciones climáticas es esencial”, afirmó, subrayando que el urbanismo debe evolucionar para integrar técnicas sostenibles y resilientes.
El impacto del cambio climático sobre Bahía Blanca preocupa profundamente a Torres Carbonell. Describió cómo el aumento en la frecuencia e intensidad de las tormentas y la variabilidad climática están redefiniendo el paisaje y los patrones meteorológicos de la zona. “Estamos enfrentando un nuevo paradigma climático”, aseguró, advirtiendo que las adaptaciones deben ser rápidas para mantener la seguridad y sostenibilidad de las comunidades locales.
Futuras investigaciones en Ingeniero White
Mirando hacia adelante, el experto señaló que una tercera parte del informe se centrará en la localidad portuaria de Ingeniero White. Torres Carbonell expresó su esperanza de que estos estudios conjuntos sirvan como base para políticas públicas más efectivas y que involucren a las comunidades en la mitigación de riesgos.
“Es vital que las localidades comprendan su papel en la gestión de su entorno para minimizar el impacto de futuras inundaciones”, finalizó.