Alejandro Curino, Doctor en biología y Presidente de la Sociedad Argentina de Investigaciones Clínicas, conversó con Juan Ignacio Guarino al aire de El Ágora en Radio Nacional sobre la situación actual de la pandemia y se refirió a la flexibilización de las medidas de cuidado en el país. Además, se refirió al efecto que tuvieron los medios de comunicación y ciertos sectores de la política en el manejo del virus.
“Estamos en un muy buen momento“, celebró, y detalló que se trata del “mejor momento por el alto grado de vacunación que tenemos actualmente”. “Que es probablemente el causante de este descenso” en la cantidad de casos registrados, agregó.
La política y la ciencia
Por otro lado, el Doctor se refirió al papel que cumplieron los medios de comunicación y ciertos referentes de la oposición durante la pandemia. En este contexto, “muchos investigadores, más allá de nuestra posición política y nuestra posición partidaria”, explicó, “consideramos que teníamos que salir a comunicar”.
“Nos aterraban las cosas que se decían, porque sabíamos que eso iba a tener influencia -como la tuvo- en mucha gente, que iba a tardar en vacunarse“.
Además, recordó que la oposición, “hasta que el gobierno dijo que había que relajar los cuidados, se opusieron a todo cuidado“. Asimismo, señaló que:
“El argumento es que, como al gobierno le fue mal en las PASO, entonces está relajando todo esto para que la gente se sienta contenta y lo vote”.
Sin embargo, observó que “el gobierno está relajando las medidas justamente en base a datos“, y comentó que “los datos son datos, ahí no hay fake news”.
Los datos de la pandemia
En ese sentido, destacó que llevamos “16 semanas consecutivas de disminución de casos“, y agregó que estamos “en el umbral de llegar al 50% de la población con doble vacunación“. Asimismo, remarcó que hubo “una disminución de contagios del 95%, y la ocupación de unidades de terapia intensiva bajó un 80% desde mayo a junio”.
“No es que el gobierno está diciendo ‘uy, me fue mal en las elecciones, entonces ahora dejo que todo el mundo ande sin barbijo así se ponen contentos y me votan’”, comentó. “Sería subestimar la inteligencia de la población”, añadió.
Por otro lado, aclaró que “nadie te obliga a sacarte el barbijo” y señaló que “si uno está preocupado y desconfía, nunca está de más la precaución“.
Precaución japonesa
Refiriéndose a la puesta en práctica de medidas contra el contagio incluso fuera de la época de pandemia, Curino hizo referencia al uso de barbijo en varios países de Asia, y comentó que “seguramente que todo el mundo ha visto películas de China y Japón”.
“La persona que se siente engripada o tiene un cuadro en la garganta“, continuó, “automáticamente se pone el barbijo para no contagiar al otro“. “Eso sería muy bueno que lo incorporemos”, expresó.
“Igual que el lavado de manos”, agregó, y concluyó: “El que quiera seguir cuidándose, que lo haga. En definitiva, depende de la responsabilidad de cada uno“.
Los efectos de las restricciones
Por otro lado, compartió su visión acerca de las medidas de cuidado que se tomaron para prevenir el aumento de contagios. “Uno termina re contra podrido de estar encerrado y de tanto cuidado y de no poder verse”, comentó. Además, expresó que:
“Desde el punto de vista psicológico y sociológico, es bueno, cuando hay un momento en que la pandemia disminuye, relajar un poquito para que la población no se sature, no se canse”.
“Tal vez a fines del año pasado tendríamos que haber relajado un poquito más las cosas“, reconoció.
El fin de la pandemia
Cerca del final de la entrevista, se refirió a la situación en la que se encuentra Argentina y sus posibilidades de poner fin a la pandemia. “Yo soy muy optimista“, comentó, y destacó que “estamos muy cerca de la inmunidad de rebaño“.
Sin embargo, advirtió que dentro de su optimismo hay dos cuestiones a tener en cuenta. Una es “la variable Delta“, apuntó. Aunque reconoció que el “control de frontera que se hizo ha retrasado enormemente el ingreso” de la cepa, lo que “permitió el aumento de vacunación”.
Por otro lado, recordó que “a nosotros nos está agarrando con mucha más gente contagiada”, y que gracias a ello una parte considerable de la población desarrolló anticuerpos de forma natural. “Es el lado bueno de lo negativo”, declaró.
Asimismo, explicó que las disparidades en la distribución mundial de vacunas representan otro peligro. “La mayoría de los países del continente africano apenas tienen vacunado al 4% de la población”, lamentó.
“Cuando vos tenes tanta gente sin vacunarse, tenes muchísima gente con virus“, continuó, “estadísticamente puede hacer que surjan variables resistentes a la vacunación“. “Y ahí si estamos en problemas”, agregó.
“Por eso sería tan importante que el ser humano fuera un poco más inteligente y distribuyera la vacuna en todo el mundo al mismo tiempo. Porque esa es la única solución final para todo el mundo”.
