Vicentín: Rechazo del juez del concurso a la petición de designar interventores judiciales

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Se conoció anoche, a última hora, la decisión del Juez de rechazar el nombramiento de interventores judiciales en el Concurso Preventivo de Vicentin.

Esta decisión, dados los hechos delictivos que ya son de conocimiento público, transforma al Juez en cómplice del vaciamiento de la empresa.

Su decisión, que resguarda a los directivos de Vicentín y les permite continuar su tarea de vaciamiento y sustracción de prueba solo puede interpretarse en el sentido apuntado.

No conozco aún los términos exactos de la decisión del Juez. Tenía que pronunciarse sobre dos peticiones, ambas formuladas por la Dirección General de Personas Jurídicas de Santa Fe, una petición hecha el viernes pasado, de que designe interventores judiciales, y otra, un recurso de revocatoria, hecho el lunes pasado, donde se le pidió que revoque el fallo. Los titulares de los diarios dan respuesta a las dos, falta conocer la resolución para evaluar los términos procesales de una y otra respuesta.

Sin embargo, no es eso lo más importante, esta es una causa de alto contenido político, que se ha convertido en una especie de Rubicón para el Gobierno.

Tituló un diario hace pocos días, atribuyéndole esas palabras al Presidente “Si no me dejan esta opción no tengo otro camino más que la expropiación”. No sé si habrá dicho exactamente eso el Presidente, lo que es claro es que la “opción” en cuestión, que era llegar a la propiedad de la empresa por la vía concursal, ha sido obturada por la resolución judicial, que se parece mucho más a un delito que una decisión judicial. Delito, porque en concurso con el Directorio de Vicentín crea una plataforma fáctica funcional al vaciamiento de la empresa en perjuicio de la Nación.

En términos políticos, acontecimientos de las últimas horas, producidos por sectores marginales de la política, dan indicios de la decisión de la conducción del PRO y el sector afín al PRO dentro de la UCR de crear un estado de rebeldía. Es un camino muy peligroso que no sabemos en que puede desembocar.

El gobierno está a las orillas del Rubicón. Se verá si decide cruzarlo.

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