Tensión dentro y fuera del Congreso

Durante el debate por el Presupuesto 2019 en la Cámara de Diputados de la Nación, cuando el diputado del FpV, Axel Kicillof tomó la palabra, sus compañeros de bloque comenzaron a repartir banderas estadounidenses y colocaron una gigantografía de la titular del FMI, Christine Lagarde. Mientras tanto afuera comenzaba una batalla campal entre manifestantes y la policía.

La sesión comenzó más tarde de la hora pautada, con un Congreso vallado por policías y militantes de la oposición y vecinos apartidarios, repudiando el Presupuesto.

Cerca de las 14.30 tomó la palabra el ex Ministro de Economía durante el kirchnerismo y mientras pronunciaba las primeras palabras, sus compañeros de bloque con Mayra Mendoza a la cabeza, y otros diputados de la oposición, comenzaron a repartir banderas de Estados Unidos y colocaron en medio del recinto una gigantografía de Lagarde.

El presidente de la Cámara, Emilio Monzó, empezó a pedir orden y que quiten la imagen. El bullicio era cada vez mayor, hasta que la oposición se sentó en su bancada y continuó con su discurso Kicillof anunciando que afuera del edificio la policía había comenzado a reprimir a los manifestantes: “de nuevo hay represión. De nuevo responsabilizamos al gobierno de Macri”.

Algunos de los legisladores del FpV salieron del Congreso para pedirle a las fuerzas policiales que frenen la represión.

Mientras tanto, desde adentro del recinto tomó la palabra el radical Mario DI Pastori, pero fue interrumpido por los bloques de la oposición quienes pidieron un cuarto intermedio por el clima de tensión que se vivía en las inmediaciones del Congreso.

El clima se encendió aún más. Monzó intentó ordenar la sesión y darle la palabra a Agustín Rossi para que pida un cuarto intermedio; al ver que no iba a lograr que los diputados se sienten en sus bancas desistió y la pidió él mismo e invitó a los Jefes de cada bancada al “Salón de Honor” para llegar a un acuerdo y “poder continuar con esta sesión”.

Afuera del edificio, un grupo reducido de manifestantes comenzó a tirar piedras a la policía, lo que rápidamente se convirtió en una batalla campal con gases, corridas y palazos.

Las organizaciones políticas se replegaron para mostrar que se manifestaban pacíficamente contra el presupuesto y sumar porotos a los argumentos que culpan a “infiltrados” por lanzar la primera piedra.

Media hora más tarde, Monzó retomó la sesión y contó que cerca de las 16 horas se acercaría el ministro de Seguridad de la Ciudad para reunirse con los legisladores. 

Luego le otorgó la palabra a Rossi quien consideró que “hasta que no paren la represión nosotros no queremos sesionar” y detalló: “no podemos mirar para el costado, hay que frenar la represión, y para hacerlo esta Cámara de Diputados tiene que decir insititucionalmente que no sesiona hasta que no se frene la represión”. 

Luego, aseguró: “es un grave error seguir sesionando mientras se están tirando balas y reprimiendo, tenemos que estar en enfermería; ustedes quieren seguir de cualquier manera” y pidió: “que no continúe la sesión”.

El presidente de la Cámara no hizo lugar a la moción y le dio la palabra a Pastori a quien le costó hablar por la tensión generada por los legisladores que querían frenar la sesión.

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