El sábado pasado se realizó entre gallos y medianoches el primer simulacro del sistema de digitalización y transmisión electrónica de telegramas electorales para el escrutinio provisorio, realizado conjuntamente por el Correo Argentino y la empresa venezolana Smartmatic.
En la mayoría de los establecimientos en los que se realizó la prueba piloto se registraron graves fallas de conectividad así como en las netbooks que se utilizarán en el proceso.
A raíz de esta preocupante situación, que ya hizo correr el fanstasma del fraude, la oposición pide volver al sistema anterior. El apoderado del PJ, Jorge Landau adelantó a los medios que ampliarán la denuncia ante la Cámara Electoral: “El sistema actual ofrece todas las garantías para la alternancia y queremos que se mantenga para evitar cualquier posibilidad de manipulación de los votos”.
Desde Smartmatic, la empresa que ganó la licitación, desestimaron los problemas que ocurrieron durante el simulacro aduciendo que son “normales” y asegurando que serán resueltos. Sin embargo, los especialistas en el tema no se muestran tan confiados.
El mismo Javier Smaldone, que fue uno de los primeros en difundir la noticia, manifestó a Página 12:
“El problema es que se quiere hacer un cambio importante, que puede tener un impacto grande en el escrutinio provisorio y, a su vez, en la opinión pública, y se empezó a pensar recién en noviembre del año pasado para implementarlo por primera vez en una elección presidencial y en el cien por ciento del país”.
Además explicó que “el servidor central al que estas netbooks se tienen que conectar falló y lo arreglaron recién a la una de la tarde” a la vez que consideró que los problemas del simulacro “no se pueden resolver de acá a 40 días”.
A su vez, sobre Smartmatic, la firma venezolana que se quedó con el escrutinio provisorio por ofrecer un precio sensiblemente más bajo que sus competidoras, Smaldone explicó que “no ganó una licitación, sino un concurso de precios, y la calificación técnica que obtuvo fue más baja que la del resto de las compañías”. También indicó que Smartmatic “terceriza, a su vez, el desarrollo del software” para realizar la transmisión remota.
Por su parte, otro experto en informática, Ariel Garbarz, señaló que “el software de Smartmatic no puede verificarse porque su codificación fuente es secreta y no permite a los partidos comprobación alguna, como la ley exige”.
Ante esta situación, Landau adelantó que ampliará la denuncia presentada en mayo ante la Cámara Electoral para dejar sin efecto los cambios en el escrutinio.
“Nunca hubo problemas o dudas con el sistema actual. Ahora nos encontramos con que quieren innovar y es muy grave lo que está pasando porque ni siquiera tienen un listado de los establecimientos con acceso a internet”.