El Senado volvería a sesionar la semana próxima por ahora para tratar el dictamen de repudio al decreto firmado por el presidente de Chile Sebastián Piñeira en el que se apropia de una porción de la plataforma continental de Argentina.
Pero la novedad podría ser que por primera vez desde el inicio de la pandemia, Cristina Kirchner evalúa hacer una sesión presencial, aunque aún está en debate si con los 72 senadores o la mayoría de los que puedan estar.
Desde el inicio de la pandemia del Covid-19 las sesiones en el Senado fueron de forma remota, con la autorización de un máximo de bancas ocupadas, que al inicio fueron 6 y llegaron a no más de 20. Pueden rotar quienes las ocupen pero el recinto nunca puede tener más.
Además, nunca hubo comisiones presenciales ni si quiera en forma parcial, como sí hay en la Cámara de Diputados desde septiembre. Las salas donde solían hacerle permanecen cerradas.
CFK firmó hace 15 días un decreto para continuar con este esquema por dos meses, pero la oposición lo rechazó. La apertura de la presencialidad en casi todas las actividades, entre ellas los partidos de fútbol de la selección, sumaron presión para revisar la medida.
Una opción que evalúan los referentes del oficialismo es que haya comisiones mixtas, con presencias parciales en las salas, y recinto presencial aunque con protocolos estrictos. El recinto es muy chico y no hay forma de que dos senadores no se choquen en algún momento.
La decisión se tomaría en los próximos días y de confirmarse obligaría a desmontar las pantallas que hay en el centro del recinto desde mayo de 2020, que bloquean la mitad de las bancas.
El repudio a Chile incomodará al PRO porque la presidencia del partido, Patricia Bullrich, firmó un comunicado para pedir una negociación, sin respaldar la soberanía de Argentina sobre la porción de la plataforma continental apropiada por Piñera en su decreto.
“Salgan del balcón, les pido que digan quién tiene razón de los dos“, les pidió el canciller Felipe Solá, en una reunión de la comisión de relaciones exteriores en la que no hubo representantes del PRO. Los esperarán en la sesión.