El Senado dio la media sanción que faltaba para que el Congreso aprobara el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para refinanciar la deuda de 45 mil millones de dólares contraída por el gobierno de Cambiemos en 2018. Con 56 votos a favor, 13 en contra y 3 abstenciones, el proyecto se convirtió en ley. Te mostramos el documento que publicaron los Senadores que se opusieron al acuerdo.
Entre los 56 votos afirmativos, se repitió lo que había sucedido en la Cámara Baja: la mayor parte de los votos provino de la oposición y casi un tercio de senadores del Frente de Todos votaron en contra.
La alianza Juntos Por el Cambio se desentendió de su responsabilidad original en la toma de deuda pública a la hora de las intervenciones de sus Senadores. Y buscó también “absolver de culpa” a Mauricio Macri por el préstamo contraído con el FMI.
De los 56 votos totales a favor, la mayoría provino de JxC (32), que votó con una casi unanimidad solo arruinada por la abstención de la neuquina Lucia Crexell. El FdT volvió a votar dividido, con 20 votos a favor, 13 en contra y dos abstenciones. Los monobloques, a su vez, también terminaron acompañando.
Por su parte, los legisladores oficialistas que apoyaron la iniciativa hicieron especial énfasis en que la delicada situación económica que se vive producto de la deuda, es responsabilidad de JxC.
“Creo que estamos todos de acuerdo en que a nadie le alegra negociar con el usurero, pero los que estamos en este cuerpo tenemos que tomar una decisión para cuidar a la mayoría de los argentinos para no llegar a un default. Pedirle al peronismo que no intente solucionar una situación tan grave es como pedirle a los bomberos que no apaguen un incendio”, sostuvo Sergio “Oso” Leavy.
“Dejaron la economía quebrada, y fueron al Fondo Monetario. ¿Quien hizo este crédito? ¿El FMI o el presidente de los Estados Unidos? La habilidad que tenía Macri es que todo el tiempo hablaba mal de Venezuela. Este fue un crédito político, primero le dieron 50 mil palos verdes, después aumentaron 7 mil más. Le apuraron en tiempo electoral y le dieron no para mejorar la producción, sino para pagar la usura”, denunció en un movido discurso, el jefe de la bancada, José Mayans.
Por más que hubo algunas voces oficialistas que cuestionaron el acuerdo con el FMI, los senadores del núcleo duro kirchnerista decidieron no intervenir para no agitar aún más la tensión interna. Mientras tanto, Cristina Fernández de Kirchner estuvo presente en el comienzo del debate. Si bien al poco arrancar se levantó a seguir la sesión desde su despacho, CFK hizo varias apariciones a lo largo del debate para escuchar a algunas de las senadores de su tropa.
La carta de los Senadores que se opusieron
Los trece senadores del FdT que votaron en contra del acuerdo con el FMI difundieron un documento de ocho páginas para explicar los motivos por los que tomaron esa decisión.
“Esta artificial encrucijada a las que nos pretenden someter, de aceptarse, se transformaría en la derrota no solo del pueblo, que sufrirá las consecuencias de este pacto, sino que, además, se transformaría en la dolorosa derrota de la política, verdadera y vital herramienta que desde nuestras bancas pero fundamentalmente como militantes, no estamos dispuestos a aceptar”, afirmaron en el texto.
En el documento los senadores alertaron como “de difícil cumplimiento” a las metas fijadas en el entendimiento y afirmaron que no permitirían el crecimiento económico.
En el texto titulado “Crecer para pagar. ¿Es posible con este pacto?”, los legisladores sostienen que su posición:
“No es espasmódica ni repentina, sino que es el resultado de un proceso, no exento de tensiones y debates, que se vienen desarrollando desde el primer momento en el que comenzaron las negociaciones con el FMI y los resultados a los que se arribó en la negociación de la deuda externa que condiciona al país y la vida de las familias argentinas”.
Los senadores aseguraron que el préstamo político a Macri “se hizo bajo múltiples irregularidades para la legislación y la institucionalidad de nuestro país y para el propio FMI“.
“Aquí radica, creemos, la cuestión institucional y política más grave de toda la operación. En lo que constituye quizás el hecho más pernicioso de los últimos años para la salud y la calidad institucional de la Argentina, la toma de deuda de Macri fue hecha de forma irregular, informal, y de espaldas al pueblo“, sostuvieron.
Luego de enumerar una serie de irregularidades en la toma del préstamo, aseguraron que “toda la operación de esta deuda fue violando el propio estatuto del Fondo“.
“Cuando la cifra por fuga de capitales alcanzó los 86 mil millones de dólares, el propio FMI debió solicitarle al expresidente Macri que coloque controles de salidas de capitales, cosa que terminó haciendo, dejando el Gobierno con un nuevo “cepo”, el cual habían prometido que no volvería más”, señalaron.
Añadieron que hoy se está “frente a la aprobación de un nuevo pacto con el Fondo, que dada la experiencia de nuestro país, sabemos que no logrará cumplir con el objetivo de ‘crecer para poder pagar‘”.
Asimismo, afirmaron que no son “ingenuos” y que “nunca” esperaron que “el FMI se volviera “keynesiano“, ni que dejara de promover planes de ajuste“.
Por eso:
“Más allá de la aprobación de esta renegociación, creemos que el centro del debate político en Argentina es cómo tener un programa de crecimiento económico que supere las recetas fallidas de programas de ajuste y recesión”.
“Tras cuatro años de ‘doctrina de shock’ macrista, dos años de la peor pandemia internacional del último siglo y transitando una guerra que afecta el precio internacional de las materias primas, la economía argentina necesita fuertemente crecer“.
Y agregaron:
“Creemos firmemente que las deudas deben ser honradas, y nuestro movimiento político así lo ha demostrado en los hechos pagando deudas que no contrajo, y que fueron contraídas por Gobiernos de signo ideológico opuesto. Pero a pesar de nuestra voluntad de honrar las deudas, también sabemos que ajustar a los sectores de ingresos medios y bajos es por definición contraproducente con los propios objetivos de crecimiento económico que cualquier programa necesita para no fracasar”.
En otro de sus párrafos, el documento retoma una definición de Máximo Kirchner al afirmar que “los números tienen que ‘cerrar con la gente adentro‘”, mientras que al entrar en detalles económicos vaticina que el acuerdo con el FMI provocará una caída del consumo y de la actividad económica, y por lo tanto de la recaudación, al mismo tiempo que tendrá efectos inflacionarios por las exigencias devaluatorias.
“Con estas premisas resulta imposible impulsar el crecimiento económico. Sin crecimiento económico no hay industria, ni autoabastecimiento energético, menos aún cambio tecnológico y diversificación exportadora que son las bases reales de un modelo de desarrollo sostenible con distribución de la riqueza”, plantearon.
“Por todo lo expresado, entendemos que los números tienen que ‘cerrar con la gente adentro’ y, lamentablemente con este pacto, millones de compatriotas seguirán afuera y otros tantos más, quedarán excluidos“, concluye el texto.
Los senadores que votaron en contra
Los trece votos en contra fueron de:
- Mariano Recalde
- María Eugenia Duré
- Anabel Fernández Sagasti
- Matías Rodríguez
- Oscar Parrilli
- Juliana Di Tullio
- María Eugenia Catalfamo
- Adolfo Rodríguez Saá
- Martín Doñate
- Nora del Valle Giménez
- Ana María Ianni
- María Inés Pilatti Vergara
- Guillermo Snopek
A estos trece rechazos hay que sumarle las dos abstenciones de la rionegrina Silvina García Larraburu y la neuquina Silvia Sapag (la tercera abstención fue de Lucila Crexell, del Movimiento Popular Neuquino), con lo cual totalizan 15 los votos “no positivos” del Frente de Todos.