Sebastián Romero, conocido popularmente como “el gordo mortero” por su participación en la marcha de diciembre de 2017 frente al Congreso de la Nación, será precandidato a senador por la provincia de Santa Fe, desde la lista que impulsa el trotkista Partido Socialista de los Trabajadores Unificado (PSTU).
“Hoy soy el único candidato preso político que hay en Argentina, pero no soy el único preso político, teniendo en cuenta que tenemos a Milagro Sala y Luis D Elía“, señaló este martes el militante durante una reunión vía zoom.
Romero ocupa el último lugar de la lista de suplentes a la Cámara alta y disputará la interna dentro del Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT).
“Todos fuimos perseguidos por el gobierno anterior, que nos persiguió, nos empobreció y nos dejó sin trabajo, pero este Gobierno no está siendo distinto y hasta sigue teniendo presos a compañeros mismos de sus organizaciones”, apuntó el precandidato a senador.
Apodado como “el gordo mortero“, el joven de 36 años se desempeñaba como delegado de la automotriz General Motors, y fue uno de los emblemas de los incidentes que se produjeron en diciembre de 2017 en las inmediaciones del palacio legislativo cuando se debatía la reforma previsional que impulsó Mauricio Macri.
Mientras utilizaba un palo para sostener un elemento pirotécnico y lo apuntaba hacia los efectivos de la Policía, Romero fue retratado utilizando una remera de su organización -la que le valió varios problemas- y allí se hizo popularmente conocido.
Como dato curioso, lejos de preocuparse por la exposición negativa producida por el hecho, el PSTU (que ostenta mismo nombre, ideología y “organización internacional” que un partido homónimo de Brasil) convirtió esa imagen en su nuevo logo.
Por su rol en aquellos incidentes estuvo dos años y medio prófugo de la Justicia, hasta que fue capturado en Uruguay, cerca de la frontera con Brasil, para finalmente ser extraditado.
