El falso abogado Marcelo Sebastián D’Alessio volvió a la cárcel de Ezeiza con un fuerte revés judicial: el fiscal Juan Pablo Curi lo escuchó durante más de cinco horas de declaración y rechazó su pedido de ser considerado como imputado colaborador -o arrepentido-.
D’Alessio había dicho al llegar a la sede de la fiscalía federal de Dolores que supuestamente tenía datos relevantes para aportar. Sin embargo, el fiscal consideró que lo que relató no apuntalaba la investigación y no aportaba información que pudiera hacer subir en la trama de responsabilidades.
En la mañana del jueves, D’Alessio bajó de una camioneta del Servicio Penitenciario Federal (SPF) cargando una caja con papeles, lo que despertó expectativas entre el personal de la fiscalía. Sin embargo, el falso abogado terminó únicamente aportando unas pocas hojas que había escrito a mano y se volvió con su caja a la cárcel.
Durante la audiencia, D’Alessio despotricó contra el juez Alejo Ramos Padilla, que lo detuvo en febrero de 2019 después de que el empresario Pedro Etchebest denunciara en el juzgado federal de Dolores que había intentado extorsionarlo junto con el fiscal federal Carlos Stornelli para no involucrarlo en la causa de las fotocopias de los cuadernos, construida justamente en base a la figura del arrepentido a la que ahora buscaba ajustarse D’Alessio.
Ramos Padilla, además, rechazó en 2019 un acuerdo al que habían llegado Curi y D’Alessio para tenerlo como arrepentido. Según el juez, el falso abogado no había aportado ningún dato sustancial que no estuviera en la causa, más allá de algún comentario de color.
Era bastante complicado para D’Alessio que esta vez lo aceptara Curi, porque en 2019 él había dicho que ya no le quedaba información por aportar. Con este nuevo intento, quedaba en claro que había mentido entonces, con lo que la lealtad procesal quedaba dañada, o er aun manotazo de ahogado.
La solicitud de D’Alessio para declarar ante el fiscal de Dolores fue casi en simultáneo con el pedido de excarcelación que hizo su defensa ante el Tribunal Oral Federal (TOF) 2 porteño, que lo condenó a cuatro años de prisión por la extorsión al empresario Gabriel Traficante.
El TOF 2 le dictó la excarcelación en esa causa porque consideró que estaría en condiciones de acceder a la libertad condicional si la sentencia estuviera firme al haber cumplido más de los dos tercios de la pena. Tras esa decisión, D’Alessio solo sigue preso por la causa de espionaje de Dolores que está por ser elevada a juicio.
En la fiscalía de Dolores, D’Alessio insistió este jueves con el pedido para irse a su casa, como lo hizo desde sus primeros encuentros con Curi y con Ramos Padilla, en los que prometía aportar información a cambio de la prisión domiciliaria. Sin embargo, en esta oportunidad, la defensa no hizo ningún planteo formal.