A dos días del terremoto político que generó el “desdoblamiento concurrente” de las elecciones en CABA, la cúpula del PRO se encontró en un Zoom donde el “ala dura” del partido hizo una fuerte catarsis contra Horacio Rodríguez Larreta. La intranquilidad del “Círculo Rojo” y los problemas de Jorge Macri.
“¿Por qué no está Horacio?”
Mauricio Macri y Patricia Bullrich organizaron una videollamada por Zoom este martes que sirvió como escenario para que el expresidente descargue su enojo e impotencia contra el jefe de gobierno porteño. Curiosamente, el intendente no fue parte del encuentro virtual.
“¿Por qué no está Horacio acá?”, se quejó Macri al inicio del encuentro. Eduardo Macchiavelli, el armador político de Larreta, le respondió que nadie lo había invitado a la reunión convocada el lunes por la noche, a última hora, por Bullrich.
“¿Cómo que no invitaron al protagonista? Llamalo“, exigió el expresidente. Macchiavelli lo llamó y Larreta se excuso en que a estaba saliendo al aire en una radio, después de haber encabezado un acto en un cuartel de bomberos. Los únicos larretistas presentes fueron Macchiavelli y el diputado y precandidato a gobernador bonaerense, Diego Santilli.
El papel de ambos en el encuentro fue muy reducido. Hablaron poco y se limitaron a brindar explicaciones legales por las que Larreta decidió “desdoblar concurrentemente” los comicios.
La reunión fue más que tensa. Macri no ocultó su enojo y tuvo frases duras contra Larreta.
Macchiavelli le explicó al macrismo que la decisión estuvo basada en el artículo 111 de la ley electoral aprobada en la Ciudad en 2018 y que los obliga a la boleta única. Además señaló que desde el radicalismo (que tiene a Daniel Angelici como su principal operador judicial) les habían advertido que irían a la Justicia para que los obliguen a separar las elecciones. Tras consultas judiciales, en Uspallata entendieron que era muy probable que les fallaran en contra.
“No me vengan con las leyes, que esto es político“, les replicó con furia Macri. Para él, lo que se jugaba era una cuestión jurídica, sino de poder: Larreta lo desautorizó públicamente.
El argumento del ex presidente fue que Larreta no consensuó la decisión con él, ni con el resto de la mesa nacional del PRO: “Horacio tiene la lapicera circunstancialmente y tomó una decisión, sin consultar al PRO, que nos afecta a todos”, fue la frase principal, que sus soldados se encargaron de replicar en cada medio afín.
Al subrayar la parte de “tiene la lapicera circunstancialmente“, el mensaje es claro: Para Macri, Larreta no entendió quién manda realmente en el PRO.
Desde el larretismo le recordaron al ex Jefe de Estado que, cuando le tocó gobernar, las decisiones las tomaba él, sin consultar a nadie. Incluso cuando endeudó al país con el FMI lo hizo sin la consulta previa al Congreso, tal como estipulan las leyes.
La tranquilidad de Bullrich
Quien se mostró más calmada durante el Zoom fue la presidenta del partido, Patricia Bullrich, confiada en que el tembladeral sólo producirá que el ex presidente se vuelque públicamente a apoyar su candidatura en desmedro del alcalde.
Confiada en que recibirá la bendición macrista, la ex ministra de Seguridad apuesta a no escalar el conflicto públicamente, e insistirá con reforzar su campaña con las “recorridas con vecinos”.
Guerra subterránea y los problemas para Jorge Macri
Sin embargo, la paz pública tiene su contracara: la guerra interna.
Los legisladores porteños del bullrichismo -que son tres- ya avisaron que no cuenten más con ellos para el quórum ni para la votación de leyes que provengan del gobierno de la Ciudad.
De los tres de Bullrich, plantean ampliar la rebelión a otros tres que responden a Cristian Ritondo y también intentarán cazar al legislador de Ricardo López Murphy, a quien tampoco le cayó bien la decisión de Larreta.
Bullrich y Macri, al mejor estilo de la mafia calabresa, no perdonan las traiciones ni la tibieza. No sólo le declararon la guerra a Larreta, sino que la confrontación también tendrá consecuencias para Jorge Macri, primo del ex presidente.
El ex Boca y Bullrich presionaron fuerte a Larreta para que Jorge Macri sea el único candidato PRO en CABA, y sostienen que el “desdoblamiento concurrente” lo perjudica al tiempo que beneficia a su competidor, el senador radical Martín Lousteau.
No obstante, pese a ser supuestamente el “mayor damnificado”, el ex intendente bonaerense se llamó al silencio tras el anuncio de Larreta. Pocas horas antes se reunió con el alcalde, con quien acordó no escalar el conflicto bajo la promesa que el Jefe de Gobierno todavía puede apoyarlo para ser el único postulante PRO. El ministro ahora se encuentra en un viaje a Nueva York, alejado del conflicto.
El silencio del primo enfureció a la tropa halcón, que ahora coquetea con la idea de apoyar la candidatura a Jefe de Gobierno de Ricardo López Murphy.
Es que López Murphy le disputa parte del electorado “duro” al ministro de Gobierno.
Y aunque no haya un apoyo abierto en lo discursivo, sí lo esperan en los hechos: este jueves, los dos ex ministros de la Alianza viajarán juntos a Tucumán.
Para confirmar ese acuerdo, el “Bulldog” se sumará a dos fotos semanales con Bullrich tanto en la Ciudad como en la provincia de Buenos Aires y el interior del país. No obstante, cabe resaltar que este acuerdo pone en crisis a su fuerza, Republicanos Unidos, y se vislumbra una ruptura con Roberto García “Pampito” Moritán, quien coquetea con la idea de ser el vice de José Luist Espert en una lista colectora liberal dentro de Juntos.
El Círculo Rojo preocupado
Mientras tanto, quienes ven con preocupación los hechos recientes son los terratenientes y grandes empresarios del establishment argentino, lo que coloquialmente se conoce como el “Círculo Rojo“.
En diversos grupos de chat, los grandes popes de la industria, el comercio y la actividad agropecuaria no ocultan su disconformidad con la actitud beligerante de Macri.
Casi la totalidad del Círculo Rojo considera que Macri es el causante principal de la ruptura de Larreta, quien hasta ahora venía siendo el elegido por el poder económico.
Un combo que podría, según los CEOs, alterar el esquema de chances de la oposición ante el oficialismo. Y lo que es más fuerte: adelantaría una disputa de fondo entre cuadros que, de ser Gobierno, sería un colapso de la gestión.