Mario Quintana fue vicejefe de Gabinete de Mauricio Macri y aún hoy sigue siendo un hombre de peso dentro del gabinete, al punto de que muchos lo consideran un “ministro sin cartera”. Además, hace dos meses que organiza lujosos “retiros espirituales” para los funcionarios nacionales, bonaerenses y porteños (el centralismo PRO dentro de Cambiemos).
En estos “retiros espirituales” los funcionarios pueden relajarse mientras que el gobierno de Cambiemos atraviesa sus momentos más difíciles y la mayor turbulencia de la “tormenta” que asola a nuestro país.
El lugar de las lujosas vacaciones es la estancia La Reserva, ubicada en Capilla del Señor, donde se pueden “desconectar”, comer alimentos naturistas y “detox”, además de tomar clases de yoga y meditación, y mantener contacto con la naturaleza.
Allí Quintana practica la máxima de Marcos Peña sobre “recuperar el alma”, centrándose en el concepto de “belonging”, algo así como entender “cómo está conformada el alma de cada uno”. En el primer encuentro estuvo presente David Steindl-Rast, un monje benedictino de orígen vienés especialista en budismo zen, que se gana la vida dando conferencias por todo el mundo como maestro espiritual del valor de la “gratitud”.
Uno de los funcionarios que participó de los retiros comentó off the record a Perfil que “nadie sabía quien iba ni que íbamos a hacer hasta que llegamos allá”. Algunos de los que estuvieron presentes, fueron el titular de AFIP Leandro Cuccioli, el presidente de la Comisión Nacional de Valores Marcos Ayerra y el secretario de Fortalecimiento Institucional de la Jefatura de Gabinete Fernando Sánchez.
También recargaron energías en Capilla del Señor la diputada nacional Silvia Lospenatto y el joven militante macrista “Piter” Robledo así como los funcionarios porteños Juan José Méndez (secretario de Transporte), Juan Ignacio Maquieyra (Vivienda) y Clara Muzzio (Reemplazo de veredas), entre otros.
Sin embargo, no todo es relajación y cultivo de la espiritualidad en los retiros PRO. Se habla de “cultivar el trabajo en equipo” y de la “vocación de servicio” evitando cualquier referencia concreta a la gestión que lleva adelante la empresa Cambiemos.
Recién en el cierre se “meten de lleno” con sus responsabilidades como funcionarios y se dedican a la “rosca electoral”. Ya relajados y habiendo recuperado el optimismo, repasan los puntos más débiles de su estrategia política y proyectan un segundo mandato de Mauricio Macri. Dicen que el estrés es parte de la cultura de la “vieja política” que el PRO vino a desterrar.
