Se trata de Valeria Gutiérrez Acuña, hija de Isabel Acuña y Oscar Gutiérrez, ambos desaparecidos durante la dictadura militar.
Ella nació en cautiverio mientras su madre se encontraba secuestrada en el Centro Clandestino de Detención conocido como el Pozo de Banfield. Recuperó su identidad en 2014 y declaró hoy en la audiencia número treinta del juicio a las Brigadas de Banfield, Quilmes y Lanús.
Durante su testimonio, y refiriéndose al negacionismo, expresó que:
“me duele mucho cuando niegan, porque es algo que pasó y son historias dolorosísimas de todas las familias que tenemos a alguien desaparecido o que tenemos que lidiar con la restitución“.
“Me gustaría que en algún momento se pudiera hacer, como en Alemania con el Holocausto, una ley para no negar que esto pasó y que hay que aceptarlo” concluyó la nieta recuperada 110.