Mauricio Macri intentó dejar como uno de los logros de su gobierno a la “ley de emprendedores”, que permite crear una empresa en 24 horas, casi sin requisitos y con nulos controles. Sin embargo, la realidad es que una banda narco la aprovechó para crear unas 40 compañías y mover unos 1.200 millones de pesos en pocos años.
El expresidente Mauricio Macri había ponderado la ley de emprendedores como un abono para que surgieran los “brotes verdes” que finalmente nunca aparecieron.
Se trata de una ley que fue promulgada el 12 de abril de 2017 por impulso de Cambiemos, supuestamente, porque facilitaría el surgimiento de “pequeños empresarios”, permitiendo las Sociedades por Acción Simplificada (SAS).
Entre las facilidades que permitían las SAS se cuentan la posibilidad de inscripción online y en un sólo día, poder ser unipersonal, admitir capital social de sólo dos salarios mínimos con sólo el 25% de integración y poder dedicarse virtualmente a cualquier actividad al mismo tiempo.
Como contrapartida de estos grandes beneficios, el Estado ejerce un control casi nulo. La situación es tan extrema, al punto que podían constituirse organizaciones delictivas ante un Estado idiotizado por los cánticos del liberalismo.
Las SAS funcionan de manera casi idéntica a las offshore, hecho que fue aprovechado para impulsar sus actividades ilegales. Un grupo narco las utilizó para comprar drogas, lavar las ganancias e incluso, aprovechar el crédito fiscal con la AFIP.
Sólo en Ciudad Autónoma de Buenos Aires, este grupo llegó a inscribir más de 40 SAS. De este modo crearon una estructura corporativa con una complejidad tal que generaba empresas nuevas cada 15 días, cada una que funcionaban entre 4 a 6 meses.
De este modo, reciclaban las estructuras empresariales para eludir inspecciones y pasar desapercibidos, logrando mover al menos 1.200 millones de pesos desde 2018.
Eventualmente, la actividad llamó la atención, hecho que derivó en una investigación penal a cargo de Walter Rodrígues, titular de la Fiscalía Federal 2 de Santa Fe.
Además, utilizando la inscripción digital y sin control estatal, esta banda habría usado los datos de “soldados” narco para constituir las compañías.
La inmensa cantidad de personas que integraban estas SAS cuentan con imputaciones y condenas previas, algunos incluso con pedidos de captura nacional e internacional. Esto sin lugar a dudas, debería haber encendido las alarmas del organismo de inscripción.