Se produjo una nueva muerte por COVID-19 en Argentina y ya totalizan 29 víctimas. La última de ellas es el cónsul general de Chile en Rosario, Fernando Labra Hidalgo. El funcionario trasandino tenía 65 años y se encontraba en grave estado.
En un comunicado de la Cancillería chilena manifestaron:
“Prestó importantes servicios a nuestro país, siento sus últimas destinados en Buenos Aires y Rosario, ciudades donde desarrolló con gran abnegación y profesionalismo su vocación de servicio público y su compromiso de prestar ayuda a los connacionales, en particular a los más vulnerables”.
También, el ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Teodoro Ribera Neumann, expresó que su fallecimiento “obliga a poner en valor la figura de nuestros cónsules” que con “tremendo sacrificio y abnegación, desarrollan su trabajo en el difícil momento que está enfrentando la humanidad”.
El diplomático chileno había exhibido los primeros síntomas el 20 de marzo y se encontró en constante aislamiento en un centro de salud santafesino.