Morales buscará su reelección acompañado por Carlos Haquim, vicegobernador de origen peronista. Antes de fijar la fecha, Morales había afirmado: “Cuento con todo el apoyo presidencial. El me dijo que convoque a elecciones cuando lo vea conveniente. Nunca me puso condicionamientos”.
Sin embargo, la definición de Morales es un paso más en el camino que el radicalismo comienza a andar, divergiendo del núcleo duro del Cambiemos, encarnado en el PRO.
Con la decisión de Morales, sumada a la de los gobernadores de Mendoza (Alfredo Cornejo) y Corrientes (Gustavo Valdés), quienes también decidieron adelantar las elecciones provinciales, Mauricio Macri sólo compartirá la fecha electoral con los gobernadores del PRO: María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta.
La sangría en la imagen de Mauricio Macri viene generando que el radicalismo se anime y comience a pedir más espacio en las listas a la hora de prestar su legitimidad en el interior del país, donde el PRO jamás pudo hacer pie.
Con el despegue de Morales la grieta en Cambiemos se ahonda aún más, con esfuerzos cada vez mayores -aunque ineficaces- desde Casa Rosada para mantener la unidad al menos hasta que terminen las elecciones. Desde la visión de la UCR, parece cada vez más cerca la posibilidad de exigir las PASO presidenciales y poder competir con un candidato propio.
