Santiago Maratea, influencer reconocido por organizar colectas solidarias, generó controversia al explicar por qué no inició una campaña para ayudar a los afectados por las recientes inundaciones en Bahía Blanca. Frente a los reclamos de seguidores que preguntaban cuándo lanzaría una recaudación, el joven esbozó una teoría que dividió opiniones: “No es lo mismo un incendio que una inundación”.
Dice Maratea que dejen de exigirle que haga colectas porque ya hizo 5 durante el gobierno de Milei y que ustedes son todos falsos revolucionarios. Ah y además es re difícil colaborar con Bahía Blanca porque son muchos afectados. pic.twitter.com/ICOA5413It
— Marian Herrera (@marianherrrera) March 11, 2025
En un razonamiento que calificó como “difícil de organizar”, Maratea argumentó que, ante incendios, los bomberos funcionan como “institución central” para canalizar fondos. Sin embargo, en catástrofes como la que azotó a la ciudad bonaerense, “es mucha gente enfrentando muchos problemas distintos”.
“Es difícil organizar dónde juntar la plata y a dónde destinarla”, detalló, sin precisar si planea sumarse a las iniciativas existentes.
El Municipio de Bahía Blanca, por su parte, ya habilitó el alias BAHIAXBAHIA para recibir transferencias bancarias destinadas a los damnificados. La medida busca centralizar las donaciones ante la emergencia, donde cientos de familias perdieron sus pertenencias y requieren asistencia inmediata.
La postura de Maratea no estuvo exenta de ironías. Mientras el influencer cuestionaba indirectamente la logística para distribuir ayuda, los bomberos locales —mencionados en su analogía sobre incendios— trabajan activamente en labores de rescate y contención tras las inundaciones. Una paradoja que usuarios en redes señalaron: “¿Acaso los bomberos no están también en primera línea aquí?”, escribió un seguidor.
Hasta ahora, el creador de contenido no se ha pronunciado sobre si colaborará con la cuenta oficial municipal. Su reflexión, mezcla de pragmatismo y escepticismo, mantiene en vilo a una audiencia acostumbrada a sus masivas recaudaciones, pero ahora dividida entre quienes exigen acción y quienes validan su cautela.
