Mariano Macri, el hermano menor del expresidente Mauricio, fue a la última asamblea de accionistas de SOCMA y dejó en evidencia las maniobras de vaciamiento de la empresa, pidió que se presenten en la causa penal donde se investigan los desmanejos de Correo Argentino y hasta reveló que sus familiares nombraron a un muerto para que controle las cuentas de la sociedad.
Sólo Mariano quiso revisar las cuentas. El resto de los Macri socios de Socma -sus hermanos Gianfranco, Florencia y sus sobrinos Rodrigo y Franco Valladares Macri– se negaron revisar las cuentas de la sociedad e impulsar las causa judiciales y, para peor, no dejaron constancia de ninguna de las irregularidades en el acta oficial de la Asamblea.
Mariano Macri tuvo que ir con su propio escribano y dejar registro de todo.
“Que esto no conste en actas”, dijo Jaime Cibils Robirosa, hombre de confianza de los Macri, presidente tanto de Socma como de Correo Argentino. Se refería a todas las irregularidades que marcó Mariano Macri, que registró su escribano y que efectivamente no quedaron en el acta oficial de la asamblea de accionistas.
El acta oficial de la asamblea de accionistas de SOCMA se limitó a cuestiones formales y a dejar asentado que Mariano Macri votó en contra de todo lo que decidió pero siempre en minoría. Pero lo que verdaderamente ocurrió quedó registrado por el escribano que llevó el propio Mariano Macri.
La asamblea en cuestión fue el pasado 6 de octubre. Estaban presentes el 100% de sus accionistas: los hermanos Gianfranco, Florencia y Mariano Macri, y los hijos de la fallecida Sandra, Franco y Rodrigo Valladares Macri. No estaba Mauricio Macri: en los papeles no es accionista de las empresas familiares.
Estaban también el escribano Agustín Mihura Gradin convocado por SOCMA y el escribano Diego Asenjo convocado por Mariano Macri. Ambos para dejar constancia de lo que sucediera en la asamblea. Pero uno lo hizo y el otro no. También había dos enviados de la Inspección General de Justicia (IGJ) que hicieron un informe donde dejaron asentado que hubo “posible irregularidad e ineficacia” en la asamblea.
El acta del escribano de Mariano Macri revela lo siguiente:
“Tomó la palabra el señor CIBILS (presidente de SOCMA) y mocionó para que se apruebe lo que pidió LUCERO (abogado de Franco Valladares Macri) en cuanto a que no se deje constancia en el acta de la sociedad de lo expuesto por TREVISAN (abogado de Mariano Macri). Tomó la palabra el señor MAZZINGHI (abogado de Florencia Macri) rechazando todas las mociones que no estén en el orden del día, por no corresponder. Retomó la palabra CIBILS diciendo que se toma nota de lo que leyó TREVISAN pero que no va a constar en el acta que labrará la sociedad”.
En resumen: el presidente de SOCMA, que está imputado penalmente por el vaciamiento de Correo Argentino, decidió que todo lo que denunció Mariano Macri no quede registrado en el acta oficial de la reunión de accionistas. Si Mariano Macri no hubiera llevado su escribano no habría otro registro.
Un muerto para los balances
Los papeles de los Macri son tan irregulares que incluso designaron a un muerto para que controle los balances. Según consta en acta que hizo el escribano de Mariano Macri, el 22 de octubre de 2020 la familia Macri nombró a Carlos Eduardo San Miguel como síndico de Socma.
Lo insólito es que San Miguel había fallecido el 24 de junio de 2020, 4 meses antes. Según el abogado de Mariano Macri esto fue denunciado en sede judicial.
Para peor, el representante de Mariano Macri dejó asentado que el 22 de septiembre del 2020 el otro síndico, Sergio Lobbosco, hizo un informe donde se ve lo siguiente:
“El Sr. Lobbosco en todo su informe habla en plural (por toda la Comisión Fiscalizadora) sin hacer mención alguna a la muerte del síndico San Miguel. Es llamativo cómo se logró la opinión y dictamen de una persona fallecida”.
Vaciamiento de SOCMA
El menor de los Macri se negó a aprobar los estados contables de SOCMA por varios motivos. Por un lado, que hay medidas cautelares contra los balances de 2017 y 2018, por lo que los números de los años siguientes no reflejan la realidad.
Luego advirtió varias operaciones típicas de vaciamiento de la empresa. Los Macri se preparan para una eventual extensión de la quiebra de Correo hacia su controlante y la vacían por las dudas.
Mariano Macri dejó asentado que en junio de 2021 SOCMA vendió sus acciones en la empresa Litsa por 10 millones de dólares, que pidió información sobre los motivos de esa venta y como se llegó a es valuación y que se lo negaron con la excusa de que había publicado un libro (el de sus conversaciones con Santiago O’Donnell) y eso demostraba animosidad con la empresa de la que es accionista.
También señalo que se vendieron participaciones en las empresas Ingard y Minera Geometales de las que no se informa nada y que se compraron participaciones accionarias en Sidequip y Sideco Americana de las cuales también le ocultan la información. En resumen: los Macri vendieron empresas en dólares y ocultan la información incluso a uno de sus accionistas.
Mariano Macri también señaló que Socma vendió su participación en varias empresas en dólares pero que no usaron esos ingresos para, en sus palabras, el “pago de la importantísima deuda que la Sociedad mantiene hace años en dicha moneda”.
Advirtió que SOCMA tiene una deuda de 50 millones de dólares y que “a esta altura le parece difícil de entender que ni el Directorio, ni la Comisión Fiscalizadora ni los auditores adviertan e informen a los accionistas sobre esta grave situación patriomonial de la empresa y guarden absoluto silencio sobre la misma. Tampoco el Directorio propone un plan de acción o estrategia a seguir frente a esta grave situación, ni informa de donde obtendrá los fondos para hacer frente a esta deuda”.
Para Mariano Macri la deuda de SOCMA con el Meinl Bank es “una típica operación de Back to Back”, una forma de vaciamiento las empresas. El menor de los Macri planteó que los accionistas tenían que hacer una denuncia penal para saber “quién es el beneficiario final de esta maniobra” y que en caso de que no se aprobara la moción lo haría él. No sólo no se aprobó: ni siquiera lo pusieron en el acta oficial de la Asamblea.
Otra irregularidad que informó Mariano Macri es algo que marcó la Inspección General de Justicia (IGJ) y se refiere a que no sólo los balances de la empresa fueron declarados irregulares sino que el organismo conducido por Ricardo Nissen encontró que el síndico de la Comisión Fiscalizadora y el auditor “independiente” de la firma eran la misma persona: Sergio Lobbosco. Esto es totalmente incompatible, ya que uno debe controlar al otro.