Una constante del Gobierno de Cambiemos a lo largo de lo que va de su administración, iniciada el 10 de diciembre de 2015, es la apelación a “poner el hombro” tanto ante el ajuste “gradualista” implementado hasta 2017 como ajuste acelerado pos acuerdo con el FMI. Sin embargo, diversos datos exponen lo selectivo del recorte oficialista o, en todo caso, cuáles son las prioridades de la Casa Rosada desde que su espíritu es amarillo.
Justamente, la organización del G20, la reunión mundial de líderes de todo el planeta que comenzó sus eventos en el país a principios de año, es un ejemplo de esto. Es que con los USD 112 millones que el presidente Mauricio Macri gastó en armar la cumbre planetaria se podrían construir cuatro hospitales de alta complejidad, 44 escuelas públicas o 32 centros culturales, por ejemplo.
Es que con el dólar rozando los $ 40, se puede estimar que el costo de cada una de las mencionadas instituciones de salud se elevaría a casi USD 31 millones, el de cada escuela a USD 2,5 millones, mientras que poner en pie un centro cultural ascendería a casi USD 3,5.
Según publicó la CNN en un informe, los datos surgen de la Jefatura de Gabinete encabezada por el reaparecido Marcos Peña. Estos USD 112 millones, para tomar dimensión de lo sideral del monto y de otro elemento que grafica las prioridades de Macri, también son comparables con los intereses de Leliqs que el Gobierno paga por semana -como estimó la UNDAV-: en sólo 7 días de intereses de Letras de Liquidez Cambiemos eroga USD 215 millones, es decir casi dos G20.
Si se toma la reapertura del mercado de EEUU para las exportaciones de carne, algo que hoy el Gobierno salió a festejar con bombos y platillos como un triunfo económico, en analogía con el costo de la cumbre que tendrá sus actividades centrales este fin de semana, la cosa tampoco es favorable para la administración Cambiemos.
El Ejecutivo PRO anunció que la Argentina podrá exportar a Estados Unidos un cupo de hasta 20.000 toneladas por año libre de aranceles, lo cual, según Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de la Industria de la Carne (CICCRA), significaría el ingreso anual de entre 80 y USD 100 millones. Es decir que todo un año de esas futuras exportaciones de carne traerán al país unos USD 30 millones menos de lo que Macri gastó en el G20.
El detalle de los USD 112 millones de gasto en la cumbre se compone en base a licitaciones firmadas desde Casa Rosada en mayo de este año. Según estos números, Cambiemos pagó USD 40 millones por servicios de catering, los traslados, la cena en el Teatro Colón, obsequios a delegaciones, la limpieza, los traductores e infraestructura.
También puso otros USD 43 millones en Defensa y Seguridad, a cargo de los polémicos Oscar Aguad y Patricia Bullrich, en lo que hace a los operativos para blindar y aislar la Ciudad de Buenos Aires y la adquisición de equipamientos antidisturbios, como carros, escudos, balas de goma, carros hidrantes, gases lacrimógenos y vallas.
Por otra parte, el líder PRO destinó USD 17 millones a las 84 reuniones previas a la cumbre y USD 12 millones fueron hacia los salarios de las 70 personas que integran la unidad técnica del G20, que el Ejecutivo dispuso para la organización del evento.
Todo esto es sin tener en cuenta los “gastos extra” en materia de Seguridad, que el Gobierno dispuso por fuera de lo presupuestado ya las compras no tendrán como único uso la cumbre. Macri le compró 12 aeronaves Beechcraft TC6 Texan II a Estados Unidos por USD 160 millones de dólares; cinco aviones de combate Super Etendard a Francia a un costo cercano a los 12,5 millones de euros; cuatro lanchas artilladas a Israel por U$S 49 millones.
Entre las últimas adquisiciones hay cinco tanquetas 4×4 blindadas, fabricadas en Bélgica. Son vehículos anfibios y cada una tiene una torreta para el lanzamiento de gases. Además se le compró a una empresa alemana con sede en Suiza, por contratación directa, un sistema de defensa antiéreo. El Decreto 1698/2018 autorizó al ministro Aguad la compra por 3.448.500 francos suizos (unos USD 1,5 millones) para escudos antiaéreos.
Según versiones surgidas al interior del oficialismo que serían el argumento que esgrimirá públicamente el Gobierno, el organizado por Macri fue un G20 “austero” y “barato” en comparación con los realizados en los países del “primer mundo”. Se trata de una afirmación de difícil validación, ya que no todas las naciones que previamente organizaron la cumbre informaron los gastos totales que comprometieron.
A diez años de la primera cumbre de Líderes del G20, no existen datos públicos sobre cuánto gastó cada país para organizar el foro. Sin embargo, Alemania, que presidió el G20 en 2017, recién difundió los datos este año y de manera parcial. El gobierno de Angela Merkel anunció que gastó USD 89 millones en los dos días de la Cumbre de Líderes.
Pero lo que no informó Alemania es el costo total de todo el año de su presidencia, ni cuánto aportó la ciudad de Hamburgo para albergar la cumbre de Líderes. Según fuentes diplomáticas, los países suelen gastar en torno a los USD150 millones. China, en 2016, según artículos periodísticos, fue la excepción porque habría destinado montos siderales.
De esta manera, mientras pide a los sectores vulnerables y a los sectores productivos “poner el hombro” y habla de una cumbre “austera”, los USD 112 millones oficiales más los arriba de USD 220 millones en armamento bélico para la seguridad exponen que Macri armó un G20 “a todo trapo”, tal como los que organizaron los países más ricos del mundo o, tal vez, incluso más oneroso.