El gobierno nacional le encargó al ministro del Interior, Rogelio Frigerio, que actúe como vocero de la “convocatoria” a un “consensuar” a distintos sectores. Como consecuencia de los rechazos que obtuvo, la convocatoria finalmente no será “a libro cerrado” en torno a los 10 puntos que los medios filtraron hace unos días.
Si bien el Poder Ejecutivo estaría dispuesto a “aceptar cambios”, desde la propia Casa Rosada hicieron saber a la prensa que la convocatoria “no es un plataforma ni un programa de gobierno ni un contrato de adhesión” en respuesta a las críticas de los dirigentes opositores. Al contrario, y por más disparatado que parezca, afirman que se trata de una “invitacion” para discutir lo que el gobierno entiende que son “los 10 puntos que el mundo no tiene claro de la posición de la oposición”.
Sin embargo, los 10 ejes propuestos por Cambiemos, se parecen peligrosamente al Consenso de Washington, los diez puntos recomendados por los países del “primer mundo” a los países en crisis, y que constituyen el núcleo doctrinario del neoliberalismo. Efecticamente, Juan Cruz Lucero, economista del CEPA, publicó una acertada comparación:
De este modo, Marcos Peña, el guionista presidencial y Jefe de Gabinete, insiste con la idea de que la crisis económica provocada por la gestión de Mauricio Macri, en realidad se debe al temor que “el mundo” tiene de un un futuro gobierno de signo opositor. Para “superar” esta situación es que convocarían a la oposición para aclarar si están a favor o en contra de los 10 ejes señalados por Cambiemos.
Las aclaraciones llegan luego de un fin de semana ruidoso que comenzó con la filtración del decálogo M, siguió con llamadas de Mauricio Macri a Miguel Ángel Pichetto y Juan Manuel Urtubey, el intento de acercamiento a Sergio Massa y a Roberto Lavagna y luego con agresivos twitts por parte de Macri contra la expresidenta. Finalmente Cambiemos cedió y la incluyó en la convocatoria, tanto como a Daniel Scioli, con quien Macri habló telefónicamente anoche.
La formalización de la convocatoria será a través de una carta de puño y letra de Macri y estaría dirigida, además de los antes citados, a los 24 gobernadores, los representantes de la CGT, la iglesia Católica y referentes evangélicos, así también como empresarios.
Entre estos últimos se incluye el Grupo de los 6 que nuclea a la Sociedad Rural Argentina, la Unión Industrial Argentina, la Bolsa de Comercio, la Cámara de Comercio, la Cámara de la Construcción, la Asociación de Bancos Argentinos, la CAME y la Asociación Empresaria Argentina, entre otros.
Finalmente, la modalidad de convocar por carta responde al temor a las “discusiones”, ya que la última vez que Macri y CFK hablaron por teléfono, fue en 2015 tras el ballotage, y el diálogo terminó cuando el presidente electo maltrató a la Cristina, razón por el cual interrumpió el llamado.
Desde Cambiemos dejaron trascender que el intento de Macri -a 5 meses de las elecciones y a 7 de finalizar su mandato- se desarrollará mediante reuniones bilaterales. Por ahora no confirman ni descaran que el presidente busque fotografiarse con los líderes de la oposición.
Después de la seguidilla de llamados que ya hizo Macri a Massa, Urtubey, Lavagna, Pichetto y Scioli, vendrán las cartas con la convocatoria formal para reunirse personalmente con quienes accedan.
La carta fue producto, como se anticipaba, del jefe de Gabinete Marcos Peña, y del ministro del Interior, pero La Nación reveló que se terminó de delinear hoy después del desayuno que compartieron con la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal y el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
La carta de Mauricio Macri