El gobierno nacional apuesta a un pacto de consenso con los 10 puntos que busca firmar con la oposición e intentaría incluir a nadie más ni nadie menos que a la senadora nacional Cristina Fernández de Kirchner, la principal opositora a Mauricio Macri y la candidata favorita en las próximas elecciones presidenciales.
Fue Rogelio Frigerio, Ministro del Interior de la Nación, quien sostuvo que la intención del oficialismo nacional es citar a la ex presidenta para discutir el programa de criterios y políticas a futuro, que en su mayor parte incluye frases abstractas y slogans como “mantener la integración al mundo” o “bajar la inflación como en los países vecinos”, aunque también otros puntos nefastos como “creación de empleo a través de una nueva legislación laboral” que promete traducirse como la destrucción de los derechos laborales.
La convocatoria de búsqueda de consensos básicos no tiene que excluir a nadie. Y Cristina representa una parte importante del electorado y debe formar parte de esta mesa donde vamos a tratar ponernos de acuerdo sobre qué cosas no van a formar parte de la discusión electoral, con qué cosas no se joroba
Estas declaraciones en diálogo con Radio La Red generaron rápidamente repercusión nacional, al exhibir de la forma mas explícita la urgencia del Gobierno de bajarle el tono a la confrontación política con la principal líder de la oposición, con quien el círculo íntimo de Mauricio Macri apostó a polarizar hasta ahora, con la ilusión de que sería el camino fácil a la reelección dada la teoría del “techo electoral” de la expresidenta.
Por otra parte, el acuerdo de 10 puntos fue criticado duramente por referentes de distintas variantes partidarias como Roberto Lavagna o el diputado nacional de Unidad Ciudadana, Agustín Rossi, quien lo definió como un “mamarracho”. Sergio Massa, por su parte, remarcó que el acuerdo sin CFK “no tiene sentido”.
Por otra parte, según la misma explicación de los funcionarios de Cambiemos, el acuerdo intenta “llevar paz a los mercados” ante la incertidumbre financiera generada por la posibilidad de que CFK vuelva a la presidencia y ponga fin al corto ciclo neoliberal encabezado por Mauricio Macri.
El presidente busca frenar las especulaciones que desdibujan su gestión y poder así, mínimamente, llegar a entregar el mandato y frenar la embestida del círculo rojo con la estrategia del Plan V. La estrategia de dialogar con CFK sería fundamental para poner el eje de la atención pública en qué hace o deja de hacer la senadora nacional, alejándose de la deteriorada figura presidencial.