Horacio Rodríguez Larreta se muestra volcado a la lucha contra la pandemia, codo a codo con el presidente Alberto Fernández, mientras que Mauricio Macri insiste en la confrontación política directa con el oficialismo. En la interna del PRO, los intendentes con poder territorial se alinean con Larreta, quien ahora sumar un espacio de un dirigente “sin tierra” pero con músculo e influencia parlamentaria, Emilio Monzó.
Un primer gesto de sintonía entre ambos, se vio a finales de diciembre de 2019, cuando el Jefe de Gobierno propuso a Nicolás Massot para el directorio del Banco Ciudad. Nicolás Massot es uno de sus hombres de mayor cercanía y fue jefe de bloque de Cambiemos en la Cámara Baja desde el inicio del gobierno de Mauricio Macri, hasta agosto de 2019, cuando tomó licencia como Diputado hasta fin de año para ir a cursar a Estados Unidos.
No obstante, Larreta estaría analizando la posibilidad de sumar directamente a Emilio Monzó a su gestión en la Jefatura de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Después de la salida de funcionarios por las irregularidades y sobreprecios de los barbijos, el ingreso de una figura fuerte le permitiría ganar iniciativa política.
Efectivamente, en él último mandato de Mauricio Macri como Jefe de Gobierno, Emilio Monzó cumplió con el rol de Ministro de Gobierno, en un cargo creado a diseño para darle mayor volúmen político al gabinete. Luego, cuando Macri fue presidente, no repitió el esquema sino que cambió por política por globos, bots y trolls centers y un discurso fundamentado en el grietismo más que en buscar mayores consensos.
Monzó tuvo su aparición recientemente en una videoconferencia con diputados del PRO y pidió terminar con la grieta, trabajar junto al gobierno, potenciar los referentes del espacio pero en ningún momento se refirió a Macri. Días atrás había elogiado la foto de Larreta con Fernández, y los gobernadores Omar Perotti, Gerardo Morales y Axel Kicillof.
Entre los diputados del PRO que tendieron puentes con el oficialismo y avanzaron con las sesiones mixtas está Sebastián García de Luca, dirigente cercano a Rogelio Frigerio y Emilio Monzó, y el principal referente de la iniciativa. En su momento, había amenazado con romper el bloque hasta que fue apaciguado en el reparto de cargos.
La gran perdedora en caso de que Emilio Monzó recale en la gestión porteña sería María Eugenia Vidal, quien se ganó el rencor del dirigente por haber relegado a Monzó durante su paso por la gobernación bonaerense.
Tras la caída de Vidal, Emilio Monzó no esperó mucho más que un mes después de la caída de Vidal para lanzar su espacio con un plenario de dirigentes. La convocatoria del encuentro fue para debatir los lineamientos de trabajo del año venidero de cara a las legislativas de 2021. Efectivamente, Monzó ya dejó en claro que su objetivo es ir por la gobernación en 2023 y su crecimiento es posible en detrimento a la influencia de Vidal