Alberto Fernández le bajo el tono al ruido que sigue generando la negativa del gobernador cordobés de apoyar su candidatura. La estrategia de Alberto Fernández con el peronista filomacrista Juan Schiaretti consiste en aislarlo de Casa Rosada y dejarle como único camino factible sumarse a la unidad del peronismo en el Frente de Todos. En esa estrategia, tanto Natalia de la Sota como Carlos Caserio juegan un rol fundamental.
Alberto Fernández y Juan Schiaretti se encontraron en la misa por José Manuel de la Sota
Alberto Fernández y Juan Schiaretti compartieron la misa por el primer aniversario de la muerte de José Manuel de la Sota. Posteriormente, tuvieron una reunión en privado en el hotel donde se alojó el postulante a presidente.
“Tuvimos una muy buena charla. Tenemos una mirada muy parecida sobre lo que pasa en la Argentina y sobre lo que hay que hacer”, afirmó Alberto y agregó que le da “tranquilidad” saber que contaría con el apoyo de Córdoba en caso de ganar los comicios de octubre porque “es una provincia muy importante”.
Si bien desmintió estar peleado con el gobernador cordobés por su “neutralidad” en la disputa presidencial, consideró negativa su postura. “Parece que le da lo mismo el país que propone Macri que el que proponemos nosotros”, advirtió.
No obstante, la frase de Alberto que ayer trascendió tuvo su origen antes de la misa. “No necesito de Schiaretti ni de ningún otro gobernador” señaló el candidato presidencial del Frente de Todos.
Juan Schiaretti cada vez más aislado por su filomacrismo
La reticencia de Schiaretti a definirse en la contienda nacional generó ruidos hacia dentro del peronismo, en un año en el que todas las “piezas” se alinearon en tiempo récord, luego de la decisión de Cristina Fernández de Kirchner de deponer su candidatura presidencial y competir, en cambio, como candidata a la vicepresidencia.
Juan Schiaretti decidió presentar una lista corta de diputados nacionales en las elecciones nacionales, y en las PASO quedó en tercer puesto. Cabe recordar que sólo en Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en Córdoba triunfó Cambiemos, y en la provincia mediterránea quedó el Frente de Todos en segundo lugar, superando a la lista del cordobecismo.
En ese contexto, el liderazgo de Schiaretti sobre el peronismo cordobés se viene resintiendo, principalmente por la tendencia natural de los intendentes peronistas del interior de Córdoba de no ir en contra de sus propios intereses.
El condimento político es que la mayoría de ellos son origen delasotista y no ven a Schiaretti como líder incuestionable. Allí entra en juego también el rol de Natalia de la Sota, quien recientemente se reunió con Fernández y le llevó el pedido de seguir “tendiendo puentes para construir un país unido”.
El senador Carlos Caserio, presidente del PJ cordobés, cruzó a Schiaretti por su “neutralidad”
“Me parece que el gobernador de Córdoba no puede no tener una definición de esta Argentina en un momento tan neurálgico”, señaló el senador Carlos Caserio según informa Página 12.
Caserio no sólo es presidente del PJ cordobés, sino que además es el presidente del bloque de senadores del justicialismo, luego de la fuga de Pichetto a Cambiemos.
Marcando la distancia con el gobernador cordobés, reconoció que “muchas veces tenemos diferencias con el gobierno de Schiaretti porque no se define politicamente”, aunque se mostró esperanzado en que “puede haber un acercamiento entre Schiaretti y Alberto”.
“Alberto Fernández lo que no entiende es que un dirigente tan importante y significativo como el gobernador de Córdoba diga que para arriba da lo mismo cualquier cosa, y que habría que definir cuál es el país que uno quiere por lo menos más allá de a quién se vote”.
Caserio se posicionó esta vez marcadamente del lado del Frente de Todos, posición que comenzó a delinearse cuando puenteó a Schiaretti y presentó un proyecto de ley para frenar el parque “anticrisis” de Mauricio Macri. El mandatario Cordobés fue entonces, uno de los pocos gobernadores no alineados explícitamente con Cambiemos que evitó reclamar.
Sin embargo, evitó que las diferencias escalen al reconocer que “el gobernador tuvo la deferencia de acercarse hasta el hotel y lo saludó a Alberto. Fue un día positivo en el aspecto de las relaciones”.
En esa misma línea, señaló que “hubo una distensión entre Alberto y Schiaretti”. “Algo cambió”, manifestó y aprovechó para indicar que Schiaretti había quedado “sorprendido por la recepción que tuvo Alberto Fernandez ayer en Córdoba”.
Sin lugar a dudas, Carlos Caserio cumple un rol fundamental en la estrategia de Alberto Fernández para aislar a Schiaretti de su cercanía a Casa Rosada.