La Cámpora pasó de ser una agrupación juvenil en la periferia del poder, a ser la agrupación política con mayor peso específico dentro del peronismo. Efectivamente, en las últimas dos semanas, dos de sus principales integrantes se quedaron con la conducción del Partido Justicialista en sus provincias.
La primera fue Anabel Fernández Sagasti, la senadora nacional por Mendoza, quien se impuso al frente de una lista de unidad que la proclamará como la nueva presidenta del PJ mendocino.
Pese a haber sido derrotada como candidata a gobernadora tras batir al PJ en la interna, Sagasti logró el consenso interno y logró liderar el justicialismo cuyano.
Luego, este miércoles, el intendente de Ushuaia, Walter Vuoto, se impuso en las internas del PJ de Tierra del Fuego, algo que lo deja bien parado para transformarse en el primer gobernador de La Cámpora. Cabe destacar queAxel Kicillof bien es un aliado cercano, pero nunca se integró orgánicamente al espacio.
Su victoria tensa las relaciones con el gobernador Gustavo Melella, un radical K fuertemente criticado por su manejo de la pandemia, en tanto la isla tiene la mayor cantidad de casos por habitantes.
Mientras que la boleta de Melella cosechó apenas 300 avales, la lista de Vuoto sumó 7.200 avales, con cerca del 50% del padrón de Ushuaia, más del 25% de Río Grande y Tolhuin, y los 2 votos de la Antártida.
Ya el año pasado había logrado ser reelecto como intendente de Ushuaia con el 54,8% de los votos. Además, es respaldado por los intendentes de Río Grande, Martín Pérez, y Tolhuin, Daniel Harrington, ambos también de La Cámpora.
