Javier Milei otorgó a Karina Milei el control sobre un organismo de comercio internacional que estaba en manos de Diana Mondino, en medio de rumores sobre un posible desplazamiento de la Canciller.
A través de los Decretos 511/2024 y 512/2024, el Presidente Javier Milei trasladó la Fundación Argentina para la Promoción de Inversiones y Comercio Internacional a la Secretaría General de la Presidencia.
Hasta el momento, el organismo venía funcionando bajo la órbita de la Cancillería, que lidera Diana Mondino. Sin embargo, con esta resolución pasó a las manos de Karina Milei.
Sobre la decisión, desde el Gobierno explicaron que se busca optimizar la estructura de las carteras ministeriales, con el objetivo de mejorar la administración de los negocios de la Nación.
El texto de los decretos remarca que este cambio es “impostergable para la gestión de Gobierno“. A continuación, la Comisión Bicameral Permanente deberá pronunciarse sobre su validez y elevar un dictamen al plenario de cada Cámara del Congreso.
Se trata de una decisión extraña cuando se tiene en cuenta que la Secretaría de la Presidencia no tiene ninguna competencia respecto al comercio internacional, pero lo cierto es que ocurre en medio de tensiones entre ambas funcionarias.
Tensiones y rumores de desplazamiento
Karina Milei y Diana Mondino vienen enfrentadas por el costo de los próximos viajes del Presidente a Europa, que su hermana pretende que pague Cancillería. En medio de la interna, esta decisión suma presión sobre la Canciller.
Mondino viene siendo cuestionada por Milei y se enfrenta a rumores sobre su posible desplazamiento del gabinete, que se agravaron luego de que el Presidente se bajara de un encuentro con embajadores de países árabes tras enterarse de la presencia del representante de Palestina.
Dentro de Casa Rosada comentaron que “está enquilombado, está con un quilombo. Está caliente con Mondino, la cagó a pedos y la quiere echar” luego de lo ocurrido.
A esto se sumó la decisión de Cancillería de pedir un alto al fuego en la Franja de Gaza, en un giro diplomático contra los intereses de Israel y en línea con Estados Unidos.