En medio de las fuertes presiones que recibió en las últimas horas por parte del propio Mauricio Macri, la jueza Marta Cirulli resolvió “declarar la quiebra de CORREO ARGENTINO S.A”. El fallo llega tras casi 20 años en los cuales Macri y su familia evitaron pagar la multimillonaria deuda que tienen con el Estado y más de 700 acreedores y que lograron dilatar con innumerables favores judiciales. Ahora será Socma, cuyos accionistas son la familia Macri, la que deberá asumir esas deudas.
Esta decisión se ajusta a lo que establece el artículo 48 de la ley de Concursos y Quiebras. Cualquier empresa que no puede afrontar sus deudas puede ingresar en un concurso de acreedores. Los paso a seguir, según la ley, tienen una demora promedio de 3 años hasta que se resuelve. El caso Correo iba a cumplir 20 años el próximo 19 de septiembre. Los plazos estaban más que vencidos.
En su última carta pública Macri repitió una muletilla que sostienen hace años: que el Estado es el culpable tanto de que no pudieran afrontar sus pagos como de que no se resolviera el concurso. Es falso.
Los Macri ganaron la licitación del servicio del correo en 1997 y dejaron de pagar el canon de 51 millones de pesos/dólares al año. Luego, cuando entraron en concurso de acreedores, hicieron propuesta de pago que implicaban quitas que superaban el 80% de la deuda e incluso una, la que aceptó el gobierno del propio Macri, una quita del 98,82%. Era imposible que un acreedor aceptara, y menos el Estado.
“No encuentro ahora -como no encontré el 18.3.2010- mérito para calificar al Estado Nacional como acreedor ‘hostil’”, escribió la jueza Cirulli en su fallo. “No encuentro configurados los elementos constitutivos del abuso en el ejercicio del derecho que asiste al acreedor Estado Nacional”, agregó.
Los Macri habían pedido que se excluya al Estado del conteo de los acreedores, ya que tanto el Poder Ejecutivo como la AFIP y el Banco Nación rechazaron la última propuesta del pago que implicaba un desembolso 6 veces menor a la deuda real.
La jueza Cirulli dijo:
“No hay elementos en la causa (insisto en que los examinados resultan los únicos disponibles para analizar la cuestión) que permitan considerar al proceder del Estado Nacional como actuación concursal jurídicamente reprochable, con virtualidad para excluirlo del elenco de acreedores concurrentes, según las varias consideraciones vertidas precedentemente”
“Por otra parte, la conducta desplegada por la deudora a lo largo del dilatado trámite concursal no auspicia -desde la perspectiva del acreedor- la necesaria confianza en el cumplimiento fiel de lo prometido, tanto más frente a la falta de concreción definitiva que ha caracterizado sus sucesivos ofrecimientos”, argumentó la jueza respecto de los Macri.
“Concluyo la cuestión de la única forma legal posible, sin ningún margen de duda”, cerró. Esto es, la quiebra de Correo Argentino. Además, les prohibió la salida del país a los administradores de la empresa y mandó a incautar sus bienes.