Javier Milei quiere que no haya aumentos de sueldo a partir de marzo

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El Gobierno de Javier Milei pretende que los aumentos salariales tiendan al 0% y utilizar los ingresos de los trabajadores como ancla inflacionaria, y aunque en Casa Rosada dan por sentado que los gremios rechazarán el techo a las paritarias, planean imponer el plan restringiendo aún más las homologaciones.

La meta de los Ministerios de Economía y Capital Humano (liderados por Luis Caputo y Sandra Pettovello) será implementar un plan dedicado a reducir al mínimo los ajustes salariales y que los aumentos se mantengan en torno al 0% a partir de marzo de este año.

Así lo adelantó el periodista Mariano Martín en un artículo para El Destape, en el que señaló que la lógica del Gobierno de Javier Milei es la de convertir los salarios en el ancla inflacionaria.

La lógica sería evitar que aumenten los sueldos y así quitarles a los empresarios el argumento de que es necesario subir los precios de los productos por la suba de los costos laborales. Durante 2024, el Estado ya había puesto un techo a las paritarias para que no se ajustaran por encima de la inflación.

En rigor, el plan en 2025 es profundizar en este sentido y suspender las paritarias tal y como se vienen llevando adelante desde su reanudación en 2024. El Secretario de Trabajo, Julio Cordero, será el encargado de transmitir la línea oficial a los gremios.

Sin embargo, en Casa Rosada saben que será complicado que la CGT reciba con buenos ojos el plan, por lo que a cambio planean ofrecerles a los sindicatos acuerdos parciales, por regiones o por empresas. La condición es que el sector se comprometa a no trasladar el aumento a sus productos.

El mandato es de “paritarias tendientes a cero” y siempre por debajo de la evolución del costo de vida. En el Gobierno aseguran que esto no impactaría negativamente en el poder adquisitivo, ya que están convencidos de que la inflación también tendería a cero.

La homologación de Trabajo como arma

Si bien en el gobierno admiten que el plan no fue consultado con la central sindical y dan por sentado que la mayoría de los gremios rechazará el bloqueo a las negociaciones, los libertarios consideran que pueden hacer que prevalezca la discusión de menor jerarquía pese a que el sindicalismo suele buscar acuerdos nacionales.

La amenaza sería la misma que viene utilizando la Secretaría de Trabajo desde mitad del año pasado, la de negarse a otorgar la homologación de Trabajo, con la que se garantiza que el acuerdo entre pares sea cumplido (lo vuelve obligatorio para los suscriptores).

En paralelo, el Estado le daría un duro golpe a los gremios nacionales al impulsar las negociaciones por región o por empresa, pero ante todo, también confían en que varios gremialistas estarán dispuestos a aceptar la situación para evitar la pérdida de puestos de trabajo.

Según Martín, también se les ofrecerá estimular negociaciones tendientes a modernizar los convenios colectivos de trabajo y garantías de bloquear proyectos de ley como los del radical Martín Tetaz, pensados para cortar vías de financiamiento de las organizaciones.

Lo que dejaron las paritarias de 2024

Lo cierto es que los trabajadores ya vienen percibiendo un techo en los ajustes salariales, ya que el Gobierno venía utilizando como indicador de referencia el Índice de Precios al Consumidor (IPC).

Según el economista de Fundar, Federico Pastrana, “las paritarias privadas caen el 8 por ciento desde que asumió Milei, pero con muchísima heterogeneidad”. “Jubilaciones, salarios públicos y programas sociales representan prácticamente el 50 por ciento del ajuste”, apuntaron desde Fundar.

Además, se refirieron a las diferencias entre “quienes se pueden proteger a partir de paritarias tienen más capacidad de defenderse de los shocks y saltos inflacionarios, frente a quienes están más vulnerables, sin mecanismos de actualización establecidos institucionalmente”.

Entre diciembre de 2023 y septiembre de 2024, la jubilación mínima (bono incluido) tuvo una pérdida del 16%, mientras que las medias altas registraron una baja del 25%. Tampoco colaboraron el virtual congelamiento del Salario Mínimo o la eliminación de los fondos Nacional de Incentivo Docente (FONID) y otros destinados a las universidades.

El gobierno para bajar la inflación tiene un ancla y son los salarios. Entonces, permite que las paritarias sigan estando pero con un freno: no negociar por encima de la inflación, que ahora sería no más del 3 por ciento. Así las paritarias no se mejoran por encima de la inflación actual y, en realidad con esta modalidad, la única forma de que los salarios se recuperen es que baje la inflación“, apuntaba a fines de 2024 Pastrana.

Para diciembre de 2024, los estatales habían acumulado una suba del 73%, frente a una inflación que ya superaba el 112%. Entre tanto, empleados de Comercio y Servicios cerraron una suba salarial para noviembre y diciembre del 5%.

Los metalúrgicos de la UOM terminaron 2024 sin acuerdos salariales, mientras que la UOCRA acordó subas del 4% en octubre, noviembre y diciembre. A esto se suma una gratificación extraordinaria no remunerativa del 36,2%, a abonarse en dos cuotas. En cuanto a camioneros, el sector había propuesto un aumento trimestral del 8% que no fue habilitado por el Gobierno, y terminó en una suba del 5,5% para los tres meses.

La precarización como factor común

Lo cierto es que en el último trimestre del año pasado los sueldos de los trabajadores cayeron un 1,74% con respecto al valor agregado bruto (riqueza generada por la actividad económica) en comparación con el mismo periodo del año anterior.

La política de ajuste de Milei también generó una caída del excedente bruto de explotación (resultado contable de las empresas del sector privado) de alrededor de 0,14 puntos porcentuales. Lo que sí creció fue la intermediación financiera.

Así lo expresa un informe de INDEC, en el que también se reveló que para septiembre se produjo un “descenso en los puestos de trabajo asalariados registrados (-2,0% interanual), mientras que las horas trabajadas totales tuvieron un incremento de 1,3% interanual, con un crecimiento en las horas trabajadas por asalariados no registrados de 2,1%”.

La precarización laboral registró un aumento del 1,4% para quienes no poseen recibo de sueldo y del 1,8% para el cuentapropismo. En el sector privado la caída de la participación del excedente de explotación bruto (saldo contable de las empresas) fue del 0,14%.

“Este descenso se explica por los resultados de los sectores “Industria manufacturera” (-0,91 puntos porcentuales), “Agricultura, ganadería, caza y silvicultura” (-0,77 puntos porcentuales) y “Construcción” (-0,40 puntos porcentuales.), entre otros. Tuvo una incidencia positiva “Intermediación financiera” (2,13 puntos porcentuales)”, dice el informe.

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