Hidrógeno verde: ¿de qué se trata de la megainversion que recibirá el país?

El gobierno argentino se anotó una gran victoria este lunes en la Cumbre sobre Cambio Climático que se desarrolla en Glasgow: la empresa australiana Fortescue firmó un acuerdo para invertir en Río Negro 8.400 millones de dólares para producir hidrógeno verde. La mayor inversión del siglo.

El proceso creará 15.000 empleos directos y entre 40 y 50 mil indirectos. Además de ir a un proceso de descarbonización que cambia la matriz energética, la Argentina se verá beneficiada por los derechos de exportación de ese hidrógeno que Australia se llevará envasado.

El acuerdo terminó de cerrarse en una reunión en la que participó el presidente Alberto Fernández y los directivos de la compañía. Argentina fue uno de los cinco seleccionados entre 150 aspirantes a la inversión, la más grande para el país en 20 años.

El proyecto se desarrollará en los alrededores de Sierra Grande, en Río Negro, porque los vientos patagónicos favorecen la producción del “combustible del futuro“. El acuerdo, que el ministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas venía trabajando desde hace tiempo, es, como definió la Secretaria de Relaciones Económicas e Internacionales de Cancillería, Cecilia Todesca Bocco, un “vector de desarrollo”.

El acuerdo se selló en una reunión entre Alberto Fernández y los directivos de Fortescue, Andrew Forrest (Presidente), Julie Shuttleworth (CEO), el ex Puma Agustín Pichot (Presidente para la Región Latinoamérica), Todd Clewett (Senior Manager Global) y Sebastián Delgui (Gerente Regional de Gobierno y Comunidades para Región Latinoamérica).

Luego, Kulfas, Todesca Bocco, el canciller Santiago Cafiero y Pichot hicieron el anuncio en la conferencia de prensa en la sede de la COP26.

No va a ser de un día para el otro que el hidrógeno líquido esté producido: es un proceso complejo y recién podría estar terminado en 2028. Pichot es consciente de que la empresa está haciendo una inversión de riesgo porque no se sabe qué fuerza política gobernará la Argentina para esa entonces, pero dijo que confía en que quien esté en el poder sea lo suficientemente inteligente como para la darle continuidad que merece.

Fortescue ya inició trabajos de prospección en Río Negro con vistas a la producción de hidrógeno verde a escala industrial y espera convertir la provincia en un polo mundial exportador de hidrógeno verde en 2030, con una capacidad de producción de 2.2 millones de toneladas anuales, lo que cubriría una producción energética equivalente a, por ejemplo, casi un 10% de la energía eléctrica consumida por Alemania en un año.

Alberto Fernández dijo que “la Argentina tiene una gran oportunidad por delante y necesita empresas así, que inviertan y generen trabajo” y destacó especialmente que “el hidrógeno verde es uno de los combustibles del futuro y nos llena de orgullo que sea la Argentina uno de los países que esté a la vanguardia de la transición ecológica”, poniendo en valor que con esta inversión tan importante “en poco tiempo nuestro país podrá convertirse en uno de los proveedores mundiales de este combustible que va a permitir reducir drásticamente las emisiones de carbono en el mundo”.

Además, celebró “la responsabilidad social de la empresa para construir con los mejores valores de las comunidades”, consideró que “el mundo no resiste más maltrato”, y destacó que “una persona tan querida y respetada en nuestro país, como Agustín Pichot”, forme parte de la empresa y de tan importante anuncio.

Los alrededores de la ciudad de Sierra Grande cuentan con antecedentes en la producción de mineral de hierro. La prospección que inició la empresa se basa en analizar cantidad y calidad de vientos, fuente energética principal para la producción, y se inició a partir de un acuerdo firmado junto al Ministerio de Desarrollo Productivo y la Nación y el Gobierno de la Provincia de Río Negro.

Una vez determinado que el recurso eólico y otros son satisfactorios, se dará inicio a las consultas públicas y trámites para la construcción del proyecto, que tendrá tres etapas.

La etapa piloto, para confirmar las capacidades previstas, con una inversión estimada en 1.200 millones de dólares, que producirá unas 35 mil toneladas de hidrógeno verde, energía equivalente para satisfacer a 250 mil hogares, que se iniciará en 2022 y finalizará en 2024. La primera etapa productiva, con una inversión estimada en 7.200 millones de dólares, producirá unas 215 mil toneladas de hidrógeno verde, capacidad energética equivalente para cubrir el consumo eléctrico de 1 millón 600 mil hogares, y se extenderá hasta el año 2028.

En noviembre de 2020, Alberto Fernández ya había mantenido una reunión por videoconferencia con representantes de la empresa quienes le habían expresado su interés en invertir en la Argentina en la generación de energías renovables. La noticia de que el acuerdo estaba listo se sabía en el Gobierno desde hace por lo menos dos semanas y se mantuvo en secreto.

¿Qué es el hidrógeno verde?

El hidrógeno verde es un elemento que se obtiene a partir energías renovables y que, por lo tanto, es considerado clave en la lucha contra el cambio climático.

El hidrógeno es el elemento químico más ligero y abundante del planeta. Si bien se puede utilizar en su forma más pura como combustible, no es una fuente primaria de energía sino un vector energético.

Por lo tanto, para que el hidrógeno pueda transformarse en combustible o en generador de electricidad, debe ser previamente tratado. Según la materia primaria que se utilice en su producción y las emisiones de CO2 que se generen en el proceso, el hidrógeno se suele clasificar en tres colores: verde, gris y azul.

Hidrógeno verde o renovable: es el que se genera a partir de electricidad procedente de energías renovables (en el caso de Argentina será la eólica) a través de un proceso llamado “electrólisis del agua”, donde se descomponen moléculas de agua (H2O) en oxígeno (O2) e hidrógeno (H2).

Hidrógeno Gris: es el producido a partir de hidrocarburos como el gas natural, metano u otros gases contaminantes.

Hidrógeno Azul: se obtiene de forma parecida al hidrógeno gris, pero se le aplican tecnologías de captura y almacenamiento de carbono (CAC) que reduce considerablemente las emisiones de carbono.

¿Para qué se usa el hidrógeno verde?

Una de las principales características del hidrógeno verde es su versatilidad, ya que puede transformarse en electricidad o combustibles sintéticos y utilizarse con fines domésticos, comerciales, industriales o de movilidad.

Según destacaron fuentes del gobierno nacional, se trata de una “las energías más prometedoras“, con un gran potencial para descarbonizar el transporte pesado (por ejemplo, camiones y buques) y de larga distancia.

También es fundamental para descarbonizar industrias que consumen mucha energía, tales como el acero, el cemento, el papel o la de fertilizantes.

El hidrógeno verde, además, permitirá utilizar y transportar energía renovable que de otro modo sólo podría utilizarse en la zonas aledañas a la generación.

Esta iniciativa, aseguraron desde el gobierno, permitirá “generar miles de puestos de trabajo, contribuir al desarrollo federal, generar divisas y, a su vez, disminuir el impacto ambiental de las actividades productivas“.

El hidrógeno verde es clave en la lucha contra el cambio climático

Las limitaciones a las emisiones de carbono, la reducción de costos de la electrólisis y los incentivos de estrategias internacionales, presentan un escenario que permite acelerar el desarrollo de hidrógeno verde.

Entre las principales ventajas que presenta, se destaca que no emite gases contaminantes ni en su producción ni en su combustión para crear electricidad (solo emite vapor de agua).

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