Las aplicaciones de delivery se han instalado en nuestra sociedad, en tanto resultan una solución acorde a las necesidades y comodidad de los consumidores. No obstante, resultan un problema para quienes trabajan en ellas, en tanto son una forma exitosísima de precarización laboral. Por esto mismo, el gobierno nacional busca regular las condiciones de trabajo de unos 160 mil trabajadoras y trabajadores que forman parte de las plantillas de repartidores de Rappi, Glovo, Pedidos ya y Uber Eats, entre otras app de delivery.
El proyecto tiene como objetivo crear un estatuto específico para esta forma de empleos. De este modo, se garantizarían derechos laborales y se encuadraría la actividad como relación de dependencia. Los repartidores serán considerados empleados de las plataformas y no meros “usuarios”.
Tendrán licencias por enfermedad o accidente, ya que el proyecto establece que “cada asalariado aportará para un fondo propio constituido por la remuneración de tres jornadas de trabajo -las acreditará el empleador- y del que podrá cobrar durante su recuperación”.
Los puntos centrales del proyecto de ley
El salario estará compuesto por una suma fija (dada por el salario mínimo vital y móvil) y una variable dependiente de la cantidad de repartos que se realicen. Por otra parte, la jornada laboral máxima será de 48 horas semanales y gozarán de Sueldo Anual Complementario (aguinaldo).
Por otra parte, cobrarán un 10% adicional por reparto en condiciones de lluvia y un 20% extra si el rodado es propiedad del repartidor, en calidad de amortización.
En caso de despido sin justificante, el repartidor gozará de indemnización equivalente a un sueldo por cada año trabajado, calculando el haber promedio de los últimos seis meses.
La empresa deberá efectuar el alta temprana en el sitio de AFIP y el repatidor recibirá mensualmente un certificado digital. Las empresas no podrán discriminar a los repartidores en base a la calificación de los usuarios en la APP pero si reducir la cantidad de pedidos en horarios de baja demanda.
Por cada 15 días trabajados se contará con un día de vacaciones pero no habrá otro tipo de licencias, en tanto el mismo trabajador elige cuándo trabaja. También tendrán una ART, contratada por la empresa, y se garantizará el derecho a la sindicalización y a la huelga