En su plan de desregular la economía, el Gobierno de Javier Milei habilitó la exportación de cortes que estaban incluidos en una canasta popular exclusiva para el mercado interno. Especialistas advierten que esta medida llevará el kilo de carne de entre 20 y 25 mil pesos.
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) habilitó a partir de este lunes los procedimientos para permitir la exportación de todos los cortes de carne bovina, sean en fresco, enfriados o bien congelados.
La resolución tiene lugar tras perder vigencia las regulaciones que estableció el gobierno de Alberto Fernández a través del Decreto 911/21, el cual prohibía los embarques de asado, vacío, falda, matambre, tapa de asado, nalga y paleta, denominados “cortes populares“, entre otros. Esa medida tenía por objetivo cuidar el mercado interno y el consumo de los argentinos, evitando acoplar el precio interno a los precios internacionales.
En tanto, también dejará de tener efecto la diferenciación para la exportación de vacas de las categorías D y E y de toros, más conocidos como “Vaca China“, animales que nunca se consumieron en el mercado doméstico y que forman parte del gusto gastronómico del consumidor asiático.
Además, se podrán mandar al exterior reses enteras, medias reses, cuarto delantero con hueso, cuarto trasero con hueso, medias reses incompletas con hueso y cuartos delanteros incompletos con hueso.
De esta forma, el Gobierno libertario avanza con la idea de acople a los precios internos por la cotización internacional de productos que antes se encontraban por fuera de esta variable.
Sobre los riesgos de esta medida, el extitular de la Federación Agraria Argentina (FAA) Eduardo Buzzi advirtió que si Milei libera los precios y los equilibra a nivel internacional, el kilo de carne puede salir hasta 25 mil pesos.
“Si dejan fluir el mercado y acoplar los precios internos a los internacionales, habrá solo cuatro o cinco millones de argentinos que podrán comer carne“, afirmó Buzzi a El Destape Radio. En ese sentido, realizó una proyección alarmante:
“Vamos a la carne de entre 20 y 25 mil pesos. Eso valdría si queremos compararnos con la demanda de los chinos a 15 dólares arriba en el mostrador”.
Exportaciones e inflación
El Decreto 911 había entrado en vigencia en enero de 2022 y regía hasta el 31 de diciembre de 2023. Con la caducidad de la norma, el Senasa actualizó los procedimientos para permitir la exportación de todo tipo de cortes cárnicos vacunos. También las autoridades fitosanitarias procedieron a adecuar a las nuevas condiciones los servicios de inspección veterinaria y los sistemas informáticos, particularmente el de certificación de exportaciones, que entró en vigencia desde este lunes.
La consolidación del modelo exportador de la carne fue uno de los detonante de la suba de precios durante los últimos años. Durante la gestión macrista, el mercado cárnico asumió un fuerte sesgo exportador impulsado por la baja de derechos de exportación (las retenciones), la suba del dólar en casi 500% y la liberación total de las ventas al exterior.
Entre 2015 y 2019, la producción y faena se incrementó un 13,6%, con una caída en el consumo interno del -9,7% y una casi triplicación de las exportaciones.
El gobierno del Frente de Todos-Unión por la Patria tomó las medidas para revertir esa situación. Ahora la liberación de todos los cortes pone de nuevo en peligro el consumo argentino, especialmente por la incidencia de la exportación a China.
Hace apenas 10 años, China sólo participaba con un 11% de las ventas totales, mientras que ahora significa el 75%. Según estimaciones del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, el gigante asiático pasó de comprar unas 17,5 mil toneladas anuales a más de 462 mil toneladas en el último año. Esto supone un crecimiento claramente exponencial del 2544% en diez años.