Gabriel Isassi, uno de los policías sospechados en el caso de gatillo fácil contra Lucas González, había sido acusado por la ex-presidenta Cristina Fernández de Kirchner, cuando el efectivo de seguridad realizó un sospechoso viaje a Santa Cruz en 2016 armado, de forma coincidente con un ataque a la casa de los suegros de la Vicepresidenta.
Son horas complicadas para el inspector general de la Policia de la Ciudad Gabriel Isassi.
El ministro de Seguridad porteño, Marcelo D’Alessandro, le pidió al juez Alejandro Cerrilluello que avance en su detención (junto a la de los oficiales José Nievas y Fabian López) tras la muerte de Lucas González, el adolescente de 17 años que fue asesinado de un balazo en la cabeza cuando volvió de jugar al fútbol en el Club Barracas Central.
Tanto Isassi como Nievas y López habían intentado culpabilizar a los jóvenes futbolistas e instalaron la versión de que la balacera contra los adolescentes que ellos efectuaron se debió, en realidad, a “un enfrentamiento con delincuentes“.
Sin embargo, la versión policial quedó descartada ante las evidencias recolectadas en las que quedó demostrado cómo los efectivos porteños interceptaron a los jóvenes, les dispararon y luego detuvieron a dos amigos de Lucas, menores de edad, durante 24 horas sin ninguna acusación en su contra.
Tras varias horas de agonía, el adolescente de 17 años murió este jueves en el hospital El Cruce de Florencio Varela. “No va a haber ningún Lucas más porque nosotros nos vamos a encargar de que haya justicia“, comentaron sus padres, Mario y Cintia.
Ahora bien, no es la primera vez que el nombre de Isassi aparece en una polémica.
El 23 de junio de 2016, en pleno auge del lawfare macrista, y mientras Comodoro Py avanzaba su cruzada con causas de todo tipo, Cristina Kirchner sufría un ataque en Río Gallegos.
Según relató la actual vicepresidenta, la casa de sus suegros (los padres de Néstor Kirchner) fue violentada, a las patadas, en una clara señal de amenaza. Lo que llamó la atención fue que unos pocos días antes se producía un misterioso viaje de seis oficiales de la Policía Metropolitana, entre los que figuraba el inspector implicado en la muerte de Lucas González.
En su relato, la expresidenta contó que los seis agentes fueron detenidos en el puesto control de ingreso a la ciudad, y cuando fueron consultados por los motivos de visita, dijeron que “estaban de paseo“.
Ante la sospecha, los policias locales decidieron revisar el auto en el que viajaban Isassi junto a Leonardo Ariel Salazar, Juan Matías Pez, Ruth Elizabeth Vera, Sergio Sebastián Sequeira y Mariela Fernanda Centurión.
Y recién cuando los agentes santacruceños hallaron una pistola Glock en el vehículo, los oficiales de la Metropolitana decidieron cambiar su discurso y se presentaron como agentes que viajaron para “hacer unas diligencias procesales de allanamientos“.
“No sé si hicieron algún allanamiento. Lo que estoy segura, es que no vinieron de paseo“, planteó, en aquel entonces, Cristina Kirchner.