Federico Sturzenegger insiste con una nueva reforma laboral que amplie la jornada de trabajo y flexibilice el principio de irrenunciabilidad, mientras el Gobierno negocia los detalles con sindicatos y empresarios.
Tras la sanción de la Ley Bases y el paquete fiscal, ahora el Gobierno se prepara para profundizar su reforma laboral impulsando algunas de las iniciativas que el Ministro de Desregulación Federico Sturzenegger había postulado en su DNU 70/23, impulsado por Javier Milei en diciembre.
Entre otros puntos, el funcionario analiza ampliar la jornada de trabajo por convenio, habilitar nuevamente el uso de tickets de comida y la posibilidad de firmar contratos que impliquen una pérdida de derechos adquiridos.
Negociaciones con sindicatos y empresarios
En este sentido se mueve el Secretario de Trabajo, Julio Cordero, quien en los próximos días iniciará las negociaciones con sindicatos y cámaras de empresarios para definir los detalles de la iniciativa, que combina la prédica libertaria de Sturzenegger con medidas que ya habían sido llevadas a la práctica durante la década del ’90.
La semana pasada, Cordero se había reunido con representantes de la CGT, mientras que esta semana sostuvo un encuentro con las cámaras empresariales del denominado “Grupo de los Seis”, que incluye representantes de la industria, bancos, comercio, construcción, agro y finanzas.
En representación del sector empresario asistieron Natalio Mario Grinman, de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC); Adelmo Gabbi, de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires (BCBA); Ignacio Weiss, de la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO); Daniel Funes de Rioja, de la Unión Industrial Argentina (UIA); Marcos Pereda, de la Sociedad Rural Argentina (SRA); y Andrés Walls, de la Asociación de Bancos Argentinos (ADEBA).
Tras la reunión, Funes de Rioja comentó que “se conversó sobre la integración del Gobierno de llamar a los actores sociales” para buscar “posibles consensos sobre las necesidades del país que viene que necesita empleo, producción, reactivación y que incorpora tecnología y que tiene que incorporar formación para los nuevos trabajadores”.
Además, adelantó que escucharán los reclamos del triunvirato de la CGT, a los que definió como “la contraparte natural” del sector empresarial, para avanzar en una reforma del sistema laboral.
Entre tanto, desde la CAC publicaron un comunicado en el que apoyaron “los lineamientos trazados por el propio DNU 70/23” y celebró que al convalidarlos se da “un primer paso trascendental para terminar con el inmovilismo y la rigidez de nuestro sistema de legislación laboral”.
Por su parte, en Casa Rosada analizan avanzar con la atenuación de la norma que penaliza los bloqueos a empresas y la creación de la figura del “trabajador colaborador” sin relación de dependencia, como una muestra de buena voluntad.
Cabe recordar que la Ley Bases situó los bloqueos a las empresas como “grave injuria laboral”, que podría derivar en despidos con causa e incluso sanciones penales. Al respecto, el planteo sería agregar una instancia intermedia antes del despido, una intimación previa.
En cuanto al “trabajador colaborador”, la idea sería reglamentar la normativa de modo que se evite el encubrimiento de relaciones de dependencia (un reclamo de los gremios).
¿Qué tiene en mente Sturzenegger?
En paralelo, el oficialismo busca impulsar algunos de los puntos que Sturzenegger ya había propuesto en el capítulo laboral del mega DNU, que hasta ahora sigue frenado por un amparo en la Justicia del Trabajo. Entre tanto, la Corte Suprema aún no ha intervenido en su tratamiento.
Dentro del Ministerio de Capital Humano (donde funciona la secretaría que lidera Cordero) aseguran que discutir un nuevo marco legal para la formación en el trabajo no sería algo conflictivo, e incluso hablan de la vuelta de los Ticket Restaurant/Canasta/Luncheon.
El mecanismo había surgido en la década del ’90, con contratos de trabajo amparados en el artículo 103 bis de la ley de Contrato de Trabajo (LCT). El ítem en cuestión estaba dedicado a regular los “beneficios sociales no remunerativos” que cubren los empleadores y que quedan por fuera de los salarios e indemnizaciones de los empleados.
La medida fue derogada por el Congreso en 2007, luego de que se aprobara un proyecto de ley impulsado por el entonces diputado Héctor Recalde, en un proceso marcado por la denuncia de sobornos por parte de empresas para cambiar las voluntades de los legisladores.
Ahora La Libertad Avanza buscaría avanzar con medidas de este tipo, que incluyen tickets de almuerzo, los viáticos, los refrigerios, el transporte y cobertura de medicina privada, entre otros. Aunque la Justicia considera a varios de estos rubros como no remunerativos, en el Gobierno quieren una regulación más taxativa.
A esto se suman los cambios en la jornada laboral que el Ministro ya había impulsado en su decreto. Actualmente la jornada máxima semanal es de 48, mientras que la diaria asciende a 8 horas.
Aunque esto está en línea con los estándares internacionales, el Gobierno estudia la posibilidad de habilitar convenios colectivos de trabajo que incluyan jornadas de hasta 12 horas diarias, siendo el único límite el de 12 horas de descanso entre jornadas.
Otro punto que estaba en el mega decreto era el de establecer bancos de horas. Se trata de un mecanismo que ponían en manos del empleador la distribución del tiempo de trabajo.
Ambas iniciativas van en línea con la postura demostrada por Cordero durante su exposición contra la reducción de la jornada laboral en el Congreso. “Yo limito la jornada y entonces usted tiene que trabajar menos”, decía el entonces asesor legal de la Unión Industrial Argentina, “¿Para qué? ¿Está mal trabajar? ¿Estamos en contra del trabajo? ¿Quieren trabajar menos para ir afuera a hacer qué?“.
El último punto a tratar sería la flexibilización del principio de “irrenunciabilidad”, según el cual no se pueden establecer contratos en los que se empeoren las condiciones a las del momento de la firma.
Hasta ahora, ni siquiera los gremios pueden validar contratos de este tipo. Sin embargo, el Gobierno considera que esto generó relaciones laborales tan rígidas que llevan a los empleadores a recurrir al despido, indemnización y recontratación del trabajador para cambiar las normas contractuales.
El intento de desmentida del Ministro
El periodista Mariano Martín fue quien dio cuenta de los planes del gobierno en un artículo de El Destape, que poco después de su publicación fue desmentido por el propio Sturzenegger, quien se limitó a escribir “falso” en redes sociales.
Sin embargo, el funcionario no dio más precisiones al respecto. “Lastima que no quiera precisar”, comentó el periodista, “así sabríamos si es falso que el Gobierno, como revelan otros funcionarios, planea insistir con dos reformas que el propio Sturzenegger puso en el DNU 70/23″. “Ampliar la jornada laboral y alterar el principio de irrenunciabilidad“, completo.
Lástima que @fedesturze no quiera precisar. Así sabríamos si es falso que el Gobierno, como revelan otros funcionarios, planea insistir con dos reformas que el propio Sturzenegger puso en el DNU 70/23: ampliar de la jornada laboral y alterar el principio de irrenunciabilidad. https://t.co/ptIiHTaufw pic.twitter.com/CaQpgXdm2v
— Mariano Martín (@marianoemartin) July 25, 2024