El juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, investiga una presunta red de espionaje ilegal que involucra tanto como funcionarios judiciales, agentes de la AFI, legisladores y periodistas. En una de las ramificaciones de la investigación, investiga los hechos ocurridos en torno a las declaraciones de Leonardo Fariña sobre la “ruta del dinero K” ya que su ex abogada contó como sus dichos estuvieron digitados por orden del minsitro de Justicia, Germán Garavano, a través de personal de la AFI.
En este contexto, Ramos Padilla decidió citar a declaración indagatoria a los ex abogados de Leonardo Fariña, ya que considera que podrían haber participado en el acto de guionar las declaraciones del imputado arrepentido para realizar una utilización política. El juez federal considera que Giselle Robles y Franco Bindi podrían haber sido parte activa del direccionamiento de las declaraciones de Fariña para ensuciar a distintos ex funcionarios del gobierno kirchneristas.
Anteriormente, el juez de Dolores había aceptado a Robles como querellante, por haber sido objeto de extorsiones por parte de agentes de la AFI, pero en la resolución que publicó el lunes se definió un giro en el expediente:
Se habrá de dejar sin efecto la aceptación de Giselle Robles como parte querellante ya que la ley procesal no admite la posibilidad de ejercicio de los roles contrapuestos en un mismo proceso por parte de un mismo sujeto.
Además relevó a Robles del juramento de decir la verdad, prestado al momento de su declaración testimonial. La abogada habría de declarar el próximo lunes 13 de mayo, seguida de su colega Franco Bindi. La semana pasada también declaró Florencia Guijo, la abogada que fue contratada por la AFI para entrenar a Fariña en temas legales concercientes a obra pública.