En la carrera electoral, desde el comité federal de campaña del Frente de Todos le dieron pase libre a los gobernadores para “provincializar” el discurso de campaña de cara a las generales de noviembre para recuperar al menos 10 puntos. La idea es darle peso territorial a la campaña, dándole protagonismo a los referentes provinciales, y no “bajar” la campaña desde Nación.
En el oficialismo consideran que el gobierno cuenta con una aprobación del 30% y la estrategia para todo el país es llegar al menos al 40 a través del aumento del número de electores y de la movilización de las bases peronistas que creen que en buena medida expresaron su descontento en no ir a votar el 12 de septiembre, cuando se registró un importante ausentismo.
Para ello, se diseñó una doble estrategia. Por un lado, la provincia de Buenos Aires donde el gobierno nacional junto a Axel Kicillof unificarán criterios para superar a Juntos en el distrito más importante del país.
En el resto de los distritos, la lógica será diferente y ya fue acordada entre Alberto Fernández con los gobernadores; provincializar la campaña y hacer jugar en primer lugar a los intendentes: “nos votan 3 de cada 10, necesitamos que cada intendente convenzan a uno más para llegar al 40%”, analizan en la Casa Rosada.
En consecuencia, a diferencia de lo que sucedió en las PASO, cuando el slogan “la vida que queremos” se impuso en todo el país, ahora habilitaron a los mandatarios provinciales a desplegar su propia estrategia de la mano de los intendentes.
A su vez, los intendentes llevaron un mensaje claro a Nación: “dennos el material para poder militar“, que no significa otra cosa que llevar obras y concretar anuncios que mejoren en algo la difícil situación que atraviesa el país.
En el caso de Santa Fe, por ejemplo, se comenzó con la ambiciosa obra de la circunvalación ferroviaria en la capital provincial que acelerará el ingreso de los trenes a los puertos del Gran Rosario. Calculan que la carga del noroeste destinada a la exportación ahorrará 8 horas en llegar a destino, un platal en términos logísticos.
Por otro lado, no se descarta que Alberto le anuncie a Perotti la cancelación de la deuda histórica que Nación tiene con Santa Fe que al día de hoy suman casi $100 mil millones por coparticipación retenida indebidamente que tiene fallo de la Corte Suprema de Justicia.
En definitiva, en el oficialismo buscan federalizar la campaña, un reclamo que venían haciendo los gobernadores que por lo bajo se quejaban del porteñismo extremo que caracterizó la primera mitad del Alberto Fernández y que ahora parece haber encontrado otro rumbo con la incorporación de Manzur a la jefatura de Gabiente.