Tras una larga reunión con agroexportadores y en medio del lockout patronal, el gobierno decidió eliminar el cupo de 30 mil toneladas diarias para la exportación de maíz. Además, les propuso una serie de instrumentos que apuntan a desacoplar los precios internacionales de los del mercado interno.
Se trata de una nueva marcha atrás del gobierno en materia de regulación del sector agropecuario, que apuesta a la “buena voluntad” de los empresarios del sector.
Una de las opciones que se analiza es crear un fideicomiso privado que subsidie el diferencial de precios de los granos que no se exporten, de modo que puedan ser adquiridos por productores locales para alimentar animales, reduciendo el impacto de la suba de los precios internacionales de los granos en el precio doméstico de la carne.
Inicialmente el gobierno había dispuesto un congelamiento total de las exportaciones de maíz hasta marzo, para luego aplicar el mentado cupo de 30 mil toneladas por día.
Finalmente, este martes los funcionarios acordaron con representantes del sector agrofinanciero la eliminación de toda “limitación cuantitativa”, retrotrayendo la medida.
De la reunión participaron, los ministros de Economía, Martín Guzmán; de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y de Agricultura, Luis Basterra.
