El candidato a intendente del peronismo cordobés, Daniel Passerini, se impuso en las elecciones de la ciudad de Córdoba ante Rodrigo de Loredo, el candidato de Juntos por el Cambio, quien admitió ante Larreta y Bullrich que “los hice venir al pedo“.
Rodeado de los precandidatos presidenciales Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, el propio De Loredo admitió la derrota 15 minutos antes que se conocieran los datos provisorios: “El triunfo es de Daniel Passerini”.
Con el 99% de los votos escrutados, el candidato del schiarettismo, Daniel Passerini, se convirtió en el nuevo intendente de la Ciudad de Córdoba con el 47,72% de los votos, frente a Rodrigo de Loredo (UCR Evolución) que obtuvo el 39,98%.
El candidato radical obtuvo casi 262 mil votos, y el 39,98% de los sufragios representan dos puntos porcentuales más de los que obtuviera su socio Luis Juez en el circuito capital en las elecciones provinciales celebradas un mes atrás.
En términos absolutos, 15 mil votos menos que el candidato a gobernador de su espacio.
Hace cuatro años, en el 2019 y con una lista enteramente radical, había alcanzado 19 puntos, logrando un lejano tercer lugar. Aún superior, la cosecha de este domingo amenaza con enterrar una proyección política que aún nació.
A partir del 10 de diciembre, la lista de Hacemos Unidos por Córdoba (schiarettismo) contará 16 concejales, la mitad más uno del Concejo Deliberante.
El resto de las bancas se dirimía por sistema D’Hont entre Juntos por el Cambio y una tercera fuerza. Por escaso margen, ese lugar quedó para el Frente de Izquierda con Laura Vilches a la cabeza.
La foto de la derrota
En los días previos, Juntos por el Cambio se entusiasmo con las encuestas que vaticinaban una victoria holgada de De Loredo. Lo que motivó a los precandidatos presidenciales enfrentados, Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta, a dejar por un minuto sus diferencias y viajar a la capital cordobesa, esperando subirse juntos al escenario de la victoria.
Sin embargo, nuevamente, los sondeos no predijeron fehacientemente a la realidad, y con una cómoda diferencia de 7 puntos, De Loredo debió reconocer públicamente la derrota antes que se conocieran los resultados provisorios, al enterarse de la tendencia irreversible.
Con gesto adusto, la plana mayor de Juntos por el Cambio subió al escenario del búnker para nacionalizar una derrota. Junto al derrotado y los precandidatos presidenciales se ubicaron también el gobernador de Jujuy y precandidato a vice de Larreta, Gerardo Morales; el aspirante a la jefatura de gobierno porteño, Martín Lousteau y el gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés.
Coronando el ánimo de la jornada, De Loredo le habló a sus jefes políticos y les reconoció: “Los hice venir al pedo“, a lo que Bullrich palmó su espalda y casi en coro con Larreta negaron el comentario pesimista.
Para Bullrich, quien viajó en reiteradas oportunidades a la capital cordobesa, se trató del segundo traspié mediterráneo. Hace poco menos de un mes, la exministra de Seguridad también se quedó con las ganas de festejar en el búnker de Juez. Rodríguez Larreta, por su parte, apenas si hizo acto de aparición en aquella oportunidad.
Ahora, con el resultado adverso, ambos precandidatos se limitaron a “poner en la cara”, y finalizado el mitín regresaron en cuanto pudieron a la Ciudad de Buenos Aires.
Por su parte, el expresidente Mauricio Macri, que llamó a De Loredo, fue el más golpeado por la derrota, ya que se convirtió en el principal socio del diputado que compitió por la intendencia de Córdoba. Tanto en los campamentos de Bullrich como de Larreta coinciden en que De Loredo es un dirigente del fundador del PRO.
Luego de conocerse el resultado, comenzaron los primeros pases de factura, que fueron destinados al derrotado diputado nacional, al que criticaron por el modo en que construyó una campaña definida como individualista. Desde las filas de JxC se quedaron que De Loredo intentó “despegarse” y “ocultar” la marca Juntos por el Cambio, a lo que debe sumarse sus frustradas intenciones para que los referentes nacionales no fueran a Córdoba, en un vano intento por municipalizar la elección.
El triste récord
Más allá del resultado, la otra gran noticia del domingo fue el elevado ausentismo de la ciudadanía.
La participación fue del 60,22% del padrón, el porcentaje más bajo desde la recuperación de la democracia en 1983.
Se trata de una reducción de más de 15 puntos respecto de la última elección municipal y casi 10 en comparación con las provinciales del pasado mes. En total, concurrieron a las urnas 656.065 habitantes, de un total de 1,1 millón de electores habilitados. En tanto, el voto en blanco no fue relevante con el 1,4%.
El cordobesismo y el centralismo porteño
Por su parte, el actual viceintendente e intendente electo de la capital, Daniel Passerini, fue el artífice de la segunda victoria consecutiva del oficialismo cordobés, que el mes pasado celebró la victoria de Martín Llaryora, el delfín de Juan Schiaretti para retener la provincia mediterránea mientras él aspira a la presidencia de la Nación -aunque con el verdadero objetivo de aliarse a JxC en el futuro inmediato-.
La militancia recibe a Passerini con la Marcha Peronista. pic.twitter.com/svxoiYORDZ
— Julián Alvez (@alvezjulian_) July 24, 2023
Por su parte, Llaryora aprovechó la victoria de su compañero para lanzar un discurso de corte nacional, le dio pie a las palabras de Schiaretti, pero sobre todo dejó marcada su voluntad de meterse en una discusión con el centralismo porteño que trasciende las fronteras cordobesas.
“En este grito de Córdoba, los pituquitos de Recoleta vinieron a dar clases de gobernabilidad y ahora se van. Los cordobeses defendemos lo nuestro con uñas y dientes. No tenemos que esperar más liderazgos propios”, lanzó Llaryora para respaldar la candidatura presidencial del actual gobernador.