La idea de suspender las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias en 2021 dado el contexto de pandemia, se desinfló más rápido que los globos amarillos de la revolución de la alegría. La falta de consensos junto con la tozudez de los gobernadores derivó en que el la cuestión perdiera peso, en un país con necesidad y urgencias harto más importantes que los problemas de los políticos.
Es que efectivamente, dos gobernadores ya desdoblaron las elecciones provinciales y las adelantaron a las nacionales, aún a costo de tener que pagar con dinero de las arcas provinciales y arriesgándose a una masiva concentración de electores, algo que -en teoría- era el principal argumento para suspenderlas.
Además de Salta y Misiones, se espera que al menos otros gobernadores también adelanten las elecciones provinciales, generando dos instancias de votación y consecuentemente, dos momentos de alta concentración de personas. Las que más suenan en este sentido son Jujuy, Santiago del Estero y Corrientes.
La propuesta de suspender las PASO les venía como anillo al dedo a los gobernadores de todos los colores políticos para evitar internas en sus terruños, pero nunca terminó de convencer ni al oficialismo ni a la mayor fuerza de oposición, es decir, Juntos por el Cambio. Parajódicamente, kirchneristas y macristas, coincidieron en la no suspensión de las PASO.
El kirchnerismo no estaba dispuesto a avalar su suspensión tildándo de gasto lo que entienden que es una inversión en calidad electoral, y más cuando se trata de una cantidad exigua. Por su parte, el macrismo le tuvo que dar la derecha al kirchnerismo, entendiendo que son la única forma de resolver la encarnizada interna que atraviesan, agravada por el crecimiento de los libertarios.
A todo esto, ni Axel Kicillof ni Horacio Rodríguez Larreta apoyaron la suspensión de las PASO. Ambos gobiernan los distritos más poblados del país, por lo que resultaba fundamental que allí tampoco se realicen las internas, si es que el principal argumento era de corte sanitario.
No obstante, la tropa de gobernadores dejaron en claro que no se trataba de una cuestión epidemiológica, ni tampoco del latiguillo de “reducir el gasto”, ya que desdoblar las elecciones provinciales supone una mayor inversión en elecciones, ni que hablar de la concentración de personas el día de los comicios. Simplemente actuaron por su propia conveniencia política.