Mientras grupos de jubilados eran reprimidos este lunes frente al Congreso por exigir aumentos, el ministro Luis Caputo destinaba $350 millones del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) – dinero de los aportes previsionales – a comprar bonos y acciones argentinas en caída libre. La maniobra buscó contener el derrumbe financiero tras el escándalo de la criptoestafa $Libra, pero según el economista Juan Enrique, es parte de un “esquema Ponzi” que podría desembocar en un nuevo corralito.
Los números de la desesperación
La operación incluyó $650 millones adicionales inyectados en el mercado de dólar MEP, que apenas bajó 0.6% a $1.206, mientras el blue se mantuvo en $1.235, evidenciando la brecha cambiaria que persiste pese a los recursos invertidos.
En Wall Street, las acciones mostraron un desempeño desigual: Transportadora de Gas del Sur (TGS) lideró con un alza del 2.7%, seguida por Telecom (1.7%) y Grupo Financiero Galicia (1.4%), pero YPF cayó 0.2% y Supervielle retrocedió 0.8%, demostrando la volatilidad que intentan maquillar.
“Están reventando la mesa de dinero del FGS para que compre acciones que se desploman”, denunció Enrique en Un Buen Comienzo (AM 530), y agregó: “Es una estafa piramidal: usan los ahorros de los trabajadores para tapar agujeros creados por ellos mismos”.
El economista vinculó esta estrategia con la gestión de Caputo en 2018: “Pidieron préstamos, fugaron capitales, y ahora repiten el juego con los fondos de los jubilados”.
La doble vara del ajuste
Mientras el gobierno elimina las moratorias previsionales – medida que dejaría fuera del sistema a 800,000 personas según cálculos de ANSES, simultáneamente recorta en un 40% los subsidios a medicamentos crónicos según denuncias de hospitales públicos. Esta política de austeridad selectiva contrasta con la generosidad hacia los mercados: “Los que tienen dólares en bancos despiertan un día y encuentran un corralito. Así funciona este esquema”, advirtió Enrique, señalando que también “revientan encajes de depósitos en dólares” para sostener la ficción de estabilidad.
¿Salvar mercados o salvar personas?
La estrategia del ministro logró que los Bonos Globales subieran 1.2% y el Riesgo País bajara 50 puntos, aunque se mantiene en 1,800 unidades, nivel crítico según analistas.
Sin embargo, estas ganancias efímeras tienen un costo oculto: las reservas del BCRA cayeron a $28,000 millones, mínimo en 18 meses, y el FGS perdió el 15% de su valor en divisas desde diciembre.
“Usar el FGS así es criminal: ese dinero debe servir para pagar jubilaciones dignas, no para apuntalar bonos basura”, insistió Enrique, un día después de un nuevo episodio de represión a jubilados que se movilizan por sus derechos.

