Los dólares financieros se recalentaron ante la posibilidad de que Javier Milei impulse una nueva devaluación tras el acuerdo con el FMI y suman presiones sobre el modelo de Luis Caputo, quien admitió que ni siquiera sabe qué monto desembolsará el fondo.
Tras una semana plagada de malas noticias para el Gobierno de Javier Milei, este lunes estuvo marcado por la mayor suba intradiaria de los dólares financieros, que registraron sus valores más altos en lo que va del año en medio de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Mientras el mercado presiona sobre el ya desgastado modelo cambiario del Ministro Luis Caputo, entre los inversores dan por descontado que habrá una devaluación antes de las Elecciones Legislativas 2025, relacionada con el acuerdo que el Gobierno busca cerrar con el organismo.
En este contexto, las reservas del Banco Central volvieron caer, el Riesgo País mostró un nuevo rebote y, aunque Caputo celebró que en febrero se logró superávit fiscal, especialistas advierten por el aumento del gasto público y una maniobra de creatividad contable del Gobierno.
Pese a que el Presidente ya firmó el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) para endeudarse con el FMI, hasta el momento aún no hay detalles concretos sobre las negociaciones. El propio Caputo admitió este martes que “el monto no está definido, lo define el directorio del Fondo“.
Cuando se le consultó al respecto, defendió la decisión de aprobar el endeudamiento por decreto, pero no supo dar mayores precisiones sobre los tiempos de las negociaciones. Según él, el monto se definirá “cuando se reúna el directorio“. “Nosotros genuinamente no lo sabemos”, completó.
El dólar y las reservas del Banco Central
Mientras el dólar oficial mantiene el ritmo de devaluación impuesto por el Gobierno a través del crawling peg (de un 1% mensual), los dólares financieros continuaron con la tendencia alcista que ya habían mostrado la semana pasada.
En particular, el CCL cerró la jornada en 1.254,99 pesos, lo que no solo representa un aumento de 15,11 pesos (1,2%), sino que además implica un aumento de la brecha cambiaria con el tipo de cambio oficial, que ya asciende al 17,5%. Se trata del máximo valor desde noviembre.
Entre tanto, el MEP subió un 1% (12,81 pesos) y se ubicó en la franja de los 1.250,59 pesos al final del día. Se trata de la tercera suba consecutiva, y de la primera vez en seis meses que los dólares financieros superan la barrera de los 1.250 pesos.
Si bien se redujo, el volumen operado en los mercados del dólar estuvo por encima de lo habitual, llegando a los 500 millones de dólares, en medio de un giro dolarizador de los inversores que parece responder a la expectativa por el acuerdo con el FMI.
Ante la posibilidad de que se impulse una nueva devaluación, el Carry Trade se vuelve cada vez menos atractivo. Así lo indicaron desde Invertir en Bolsa: “Continua la incertidumbre en el mercado atento a los rumores de bandas cambiarias post acuerdo con FMI. Ante los rumores, creemos que el desarme de carry trade se está acelerando“.
Esto obligó al Banco Central a intervenir con 56 millones de dólares de las reservas para calmar el frente cambiario. El escenario no solo es alarmante porque desde el viernes pasado la entidad lleva gastados 700 millones, sino porque marzo suele ser un mes con saldo positivo gracias a la cosecha gruesa y hasta ahora el saldo negativo ronda los 256 millones.
Así, las reservas del organismo que lidera Santiago Bausili tocaron su valor más bajo desde septiembre, rondando los 27.333 millones de dólares. Gabriel Caamaño, de la consultora Outlier, advirtió a través de redes sociales:
“Lo más relevante es la caída de las reservas brutas. Ahí impacta las ventas del viernes, y tiene que haber habido caída de encajes, que a mitad de mes es difícil no asignarla a caída de depósitos en dólares y algo de costo de intervención en CCL y MEP. En unos días nos enteramos bien”.
Los contratos del dólar futuro volvieron a arrojar una tendencia alcista, y los bonos cayeron, mientras que el Riesgo País alcanzó los 750 puntos (una suba de 1,8%). Puntualmente, cayeron el Bonar 2035 (-1,1%), el Global 2029 (-0,8%), el Global 2030, 2035 y el Bonar 2030 (-0,3%).
FMI: ¿Desembolsos a cambio de devaluación?
Desde la consultora Cohen analizaron que “la incertidumbre y la ansiedad persisten, pues a una semana del decreto el FMI aún no se pronuncia y amplifica las dudas sobre los tiempos y las condiciones del acuerdo”.
“Con la política cambiaria en la mira, la tensión escaló y el BCRA pasó inesperadamente de comprador a vendedor neto de divisas, enfrentando mayores dificultades para acumular reservas”, señalaron.
Sin precisiones oficiales, en los últimos días comenzó a tomar cada vez más fuerza el rumor sobre la eventual disparada del dólar. “Se chimenta que un acuerdo con el FMI implicaría un incremento del crawling peg“, dijo un analista de la banca privada.
No es secreto que el FMI mira con preocupación la incapacidad del Gobierno a la hora de acumular reservas y no ve con buenos ojos la política de intervención cambiaria. Sin embargo, la demanda récord de dólares permite suponer que el escenario será complejo si Casa Rosada decide avanzar con la apertura del cepo.
La consultora norteamericana TCW también se sumó a las especulaciones. “El programa con el FMI ya está descontado”, indicó, pero “los inversores no ven el próximo catalizador positivo”. Desde la consultora opinan que un desembolso del FMI no sería suficiente para satisfacer la demanda.
También economistas afines al libertario, como Ricardo Arriazu, se pronunciaron al respecto. Arriazu blanqueó que desde el organismo exigen a Milei que avance con una nueva devaluación, y que el foco de discusión está en el esquema cambiario.
“Si hay flotación compacta como en el 2018 va a haber problemas“, remarcó durante una presentación en el Jockey Club de la Ciudad de Buenos Aires, haciendo referencia a lo ocurrido durante el Gobierno de Mauricio Macri, el responsable del brutal endeudamiento de Argentina con el fondo.
“Si no estabilizo las dos unidades de cuenta, no puedo estabilizar la economía. ¿Cómo estabilizo el peso? Dejando de emitir. ¿Cómo estabilizo el dólar? Interviniendo. Tan sencillo como eso”, remarcó, defendiendo el modelo de Caputo.
En este contexto, indicó que “mi preocupación en este momento es que obviamente Argentina no va a devaluar. Pero al Presidente le gusta la flotación y al Fondo le gusta la flotación. Y mucho me temo que van a querer poner una flotación compacta parecida a la del 2018 y eso va a crear problemas”.
“Me dicen que hay alguna diferencia entre el presidente que quiere flotar y el Banco Central y Economía, que no quieren flotar. Devaluación no va a haber. El peligro es de que me pongan una banda cambiaria que me genere cierta incertidumbre”, detalló.
“No puedo fijar la base monetaria y al mismo tiempo flotar el tipo de cambio. Eso es lo que me preocupa. Cuando Argentina deje de pensar en dólares, posiblemente sea el mejor sistema. Pero no para la Argentina de hoy”, dijo, y completó:
“El único problema que yo veo es que el Fondo se equivocó rotundamente. No entiende una economía bimonetaria, igual que la mayoría de los argentinos y, en consecuencia, quiere que Argentina flote. ¿Qué habría pasado si Argentina hubiese flotado en diciembre del año pasado? Deja el tipo de cambio libre y elimina el cepo con una deuda por importaciones impagas de 40 mil millones de dólares y con reservas netas negativas. La gente va a comprar 40 mil millones de dólares y no hay 40 mil millones de dólares. ¿Qué cree que va a pasar? Hiperinflación automática”.
La letra chica del superávit fiscal
La posibilidad de una escalada inflacionaria es de por sí un escenario preocupante, pero no es la única de las banderas económicas del Gobierno que está en jaque. Esta semana Caputo celebró que durante febrero se mantuvo el superávit fiscal.
Mientras el superávit primario alcanzó los 1.176.915 millones de pesos, el superávit financiero (es decir, al descontar el pago de intereses de deuda) fue de 310.726 millones de pesos. Sin embargo, estas cifras no dan cuenta completamente de la situación.
De fondo, cabe remarcar que los resultados confirman que febrero es el segundo mes consecutivo en el que se registra un crecimiento del gasto primario por encima de los ingresos. El primero creció en un 19%, mientras que el segundo, un 5% anual.
Mientras que los ingresos superaron los 9,7 billones (lo que implica un crecimiento interanual del 75,8%), con un aumento de los recursos tributarios por 81,6% interanual. Entre tanto, los gastos ascendieron a 8,6 billones de pesos, una variación interanual del 98,8%.
A esto se suma un ejercicio de contabilidad creativa del gobierno, que no incluye en su superávit financiero los intereses de las letras del Tesoro Nacional. “Esta omisión tiene un efecto acumulativo en los resultados fiscales”, indicó el economista Alejandro Sangiorgio, “alejándolos cada vez más de una representación fiel de las obligaciones financieras del Estado”.
“El gobierno libertario puede ostentar un superávit primario, pero sigue arrastrando un déficit financiero que, en lugar de ser cubierto con emisión, se financia con nueva deuda“, completó.
De contabilizarlos dentro del resultado financiero, este se convertiría en un déficit de 3.152.359 millones de pesos, indicó el especialista en finanzas Christian Buteler al respecto.