Con 132 votos a favor, 5 en contra y 92 abstenciones, este miércoles la Cámara de Diputados de la Nación dio media sanción a la prórroga por 50 años de las asignaciones específicas para la industria cultural, que estaban próximas a caducar a fin de año.
Se trata de beneficios que recibe la industria cultural a través de impuestos como el IVA, del que el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) recibe un porcentaje para subsidiar el precio de las entradas de cine; el impuesto a premios de lotería, que se distribuye en las bibliotecas populares; y las asignaciones creadas por la Ley de Medios.
Asimismo, la propuesta revistió carácter de urgente, ya que anula una modificatoria de la ley 27.432, sancionada durante el gobierno de Mauricio Macri.
La misma estipulaba que el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), el Instituto Nacional del Teatro (INT), el Instituto Nacional de la Música (INAMU), las bibliotecas populares del programa CONABIP y Radio Televisión Argentina (RTA) dejarán de recibir de manera directa fondos tributarios a fin de este año.
La votación en Diputados contó con los votos positivos del Frente de Todos, a quienes se sumaron los 8 diputados del interbloque federal, encabezados por Alejandro “Topo” Rodríguez e integrados peronistas bonaerenses como Florencio Randazzo y Graciela Camaño, socialistas santafesinos y cordobeses ligados a Juan Schiaretti.
Asimismo, el intenso debate comenzó con la intervención del Diputado del Frente de Todos, Pablo Carro, quien es además el autor de la iniciativa; y fue seguido desde los palcos por artistas y distintos actores de la industria cultural. Entre ellos, el Ministro de Cultura Tristán Bauer, Carolina Papaleo, Luisa Kuliok, Juan Palomino, Mirta Busnelli, Victor Laplace y Thelma Fardin.
Al respecto, el Diputado Cordobés explicó que “estamos discutiendo cómo hacemos para financiar nuestra cultura“, así como la promoción del “conjunto de instituciones que forman el entramado de nuestra cultura”.
Por otro lado, se refirió al tiempo por el que se prorrogan los beneficios, uno de los puntos de debate durante la sesión. “He escuchado a muchos decir que 50 años es mucho”, comentó, “es cierto, pero depende para qué y en qué contexto estemos ubicando estos 50 años”. En ese sentido, declaró que:
“La pregunta que debiéramos hacernos no es cuántos años hay que financiar a la cultura si no si pensamos que en algún momento tiene que dejar de haber financiamiento para la cultura. Es decir, este financiamiento, ¿es permanente o transitorio? Esa es la pregunta que nos tenemos que hacer. Tiene que ser permanente”.
Además, manifestó que “me hubiera gustado poner más, un 99 para que sea más parecido a un infinito porque eso es lo que queremos para nuestra cultura, que dure para toda la vida”, y comentó que “con la guita de la cultura no le vamos a pagar al FMI“.
“Acá no se trata de burocracia, el problema es el discurso conservador que nos está tapando, neoliberal, antisistema que cree que sólo lo que el mercado acepte es rentable”, reflexionó Carro, quien agregó que “la Unesco entiende que los derechos culturales son habilitantes“.
“Si no podes ejercer el derecho a la información, a la cultura, a la identidad, no podes ejercer ningún otro“, concluyó.
Sin embargo, el espacio de Juntos por el Cambio rechazó de forma tajante la iniciativa, plegándose al discurso del Diputado del PRO, Hernán Lombardi. Entre sus críticas, denunció que el proyecto no fue tratado por la comisión de Cultura, y afirmó:
“Atrás de la cultura se esconde la Defensoría de Comunicación de Servicios Audiovisuales y ahí no se están financiando elementos de la cultura. Es una usina de pensamiento único, que ha servido para perseguir periodistas”
Sin embargo, aclaró que “estamos a favor de la prórroga hasta 2030, lo que consideramos un plazo razonable”. “¿Imaginamos qué puede pasar en 50 años en un mundo tan cambiante?”, comentó, y aseguró que “acá nada está en riesgo, sabemos que las asignaciones específicas deben ser prorrogadas”.
Por su parte, Fernando Iglesias, denfendió su voto en contra afirmando que “la cooptación de los artistas mediante el dinero estatal no es de derecha, ni es de izquierda: es una actitud totalitaria que emplearon Mussolini, Hitler, Stalin y el General“. Luego de su afirmación, recibió un abucheo generalizado por parte de los artistas.
Durante la sesión también se plantearon propuestas alternativas, como derivar los fondos de la defensoría del público a las bibliotecas populares, de Sabrina Ajmechet; prohibir el nombramiento de personal sin concursos en los organismos internacionales, de Paula Omodeo; o desgravar por completo la producción de cine nacional, propuesta de Martín Tetaz.
