Otra vez detuvieron a Gustavo Nardelli, dueño de Vicentín, que días atrás había sido detenido por Prefectura a bordo de su yate en el Río Paraná. Ahora circulaba por Buenos Aires sin autorización y se le secuestró el vehículo.
Nardelli es uno de los más importantes directivos de la agroexportadora Vicentín. Esta vez fue detenido conduciendo su Mercedes Benz SLK negro por las calles de Belgrano, un barrio de clase alta de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
La Policía de la Ciudad realizaba un control de rutina cuando lo detuvieron infringiendo la cuarentena total y obligaria dispuesta por el Presidente para combatir la pandemia de coronavirus en argentina.
El inadaptado empresario picaba a toda velocidad por Avenida Libertador. Los efectivos le solicitaron la habilitación para circular fuera de su domicilio y al carecer de ella, le secuestraron el vehículo, hecho que tomó de pésimo modo.
Por su parte, el titular del Juzgado Federal Nº9, Luis Rodríguez, dispusó que se retenga el automóvil y le labró una acta a Nardelli por infracción del artículo 205 del Código Penal que indica: “Será reprimido con prisión de seis meses a dos años, el que violare las medidas adoptadas por las autoridades competentes, para impedir la introducción o propagación de una epidemia”.
