Los supermercadistas esperan que las ventas se reactiven recién en la segunda mitad de 2025, en un contexto en el que las leves mejoras de los últimes meses estuvieron lejos de revertir la brutal caída que provocó Javier Milei en 2024, y que acumuló una baja del consumo de 7,4% según la Cámara Argentina de Comercio.
El último informe publicado por INDEC reveló que en noviembre del año pasado las ventas en supermercados cayeron un 7,6% interanual, aunque mostraron una mejoría del 1,8% con respecto al mes anterior.
Una lectura similar hizo la Cámara Argentina de Comercio y Servicios sobre los resultados de diciembre, que mostraron que a pesar de que durante el último mes las ventas mostraron una mejora con respecto al mes anterior (marcada en este caso por las fiestas de fin de año), las ventas en supermercados acumularon una caída del 7,4% en todo 2024.
Tras un mal año y una fuerte caída de las ventas, las supermercadistas señalan que la baja de la inflación permitió estabilizar la situación, aunque que la reactivación del consumo llegue apenas a mediados del año.
En paralelo, algunos proveedores apuestan a mandar listas con actualizaciones de precios trimestrales, y consideran que próximamente las actualizaciones comenzarán a ser semestrales. Fuentes del sector reconocen que hasta marzo de 2024 los aumentos eran frecuentes y con una marcada diferencia con respecto a los deterioros salariales del primer trimestre del Gobierno de Javier Milei.
La peor caída del consumo en más de 20 años
El inicio de la gestión del libertario estuvo marcado por un pico inflacionario que pulverizó los salarios durante el primer trimestre, por lo que la estabilización de los valores de los alimentos que comenzó a verse en los meses siguientes quedó atravesada por la fuerte suba inicial.
Así, INDEC reveló que durante 2024 los bienes subieron un 96%, mientras que los servicios lo hicieron por un 189%. En este contexto, un empresario del sector remarcó que 2024 cerró con una caída de casi el 10% en términos del volumen.
“El segundo semestre hubo recuperación, pero no logramos recuperar la caída abrupta entre marzo y mayo“, puntualizó, al tiempo que un supermercadista habló de una situación aún más alarmante: “el consumo no cayó tanto ni en 2001”.
Es que más allá del aumento de los bienes, el deterioro del ingreso se agravó a partir de la suba de los servicios e impactó directamente en las ventas. Puntualmente, la fuente indicó que “otras cadenas lo sintieron antes, nosotros, por el público que manejamos, lo notamos de forma más pronunciada a mitad de año“.
La consultora Empiria publicó un informe que da cuenta de esta situación, y apunta que tras la caída de septiembre el Indicador de Ingreso Disponible creció en un 1% real, ubicándose en 83,2 puntos. Esto lo pone por encima del piso registrado de abril (por un 11%), aunque muy lejos de alcanzar los niveles de noviembre de 2023 (-16,8%).
Según la Cámara Argentina de Comercio y Servicios, el consumo en diciembre registró una caída del 3,4% interanual y cerró 2024 con una baja acumulada del 7,4%, y aunque aseguran que “el ingreso real muestra signos de recuperación”, lo cierto es que esto podría trasladarse al consumo recién en los próximos meses.
En el caso de indumentaria y calzado, la caída interanual llegó al 8,9% en diciembre, mientras que transporte y vehículos tuvo una caída del 1,1%. Entre tanto, Recreación y cultura marcó un decrecimiento de 12,3%.
En cuanto al apartado de vivienda, alquileres y servicios públicos se contrajo 1,6% y el resto de los rubros experimentaron una contracción estimada de 2% interanual.
Subas trimestrales o semestrales
De cara al futuro, el escenario es según la CAC de “un ingreso real que continúa en niveles bajos y un dólar relativamente barato respecto al año pasado que incentiva los viajes al exterior” y que complicaría la comparativa con respecto al año 2024.
En los supermercados consideran que la inflación de los próximos meses girará en torno al 2% y consolidará la desaceleración, lo que permitirá poner más espacio entre las actualizaciones de precios.
Con esto en mente, plantean actualizaciones trimestrales o semestrales de los productos. “Si la inflación baja, no tiene sentido aumentar los precios en porcentajes pequeños, es más conveniente una suba cada tres meses”, comentan.
Sea como fuere, las mejoras podrían comenzar a concretarse recién “después del primer trimestre” de 2025 y en la segunda mitad del año presentar “un panorama estabilizado que permita pensar algún crecimiento“.