La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner pidió que se rinda homenaje a las víctimas de la dictadura “desentrañando el sentido común” que se instaló durante años con el golpe genocida y a posteriori. Fustigó al gobierno de Macri por la deuda contraída y resaltó la importancia de “retomar un modelo de producción“, a partir de un “mínimo acuerdo común” entre las fuerzas políticas.
La vicepresidenta de la Nación participó esta tarde en un acto en la localidad bonaerense de Las Flores para formalizar la apertura de un Espacio de la Memoria que funcionará en la exBrigada de Investigaciones del lugar, en el marco del Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia.
De la ceremonia participaron el gobernador bonaerense, Axel Kicillof; el diputado nacional Máximo Kirchner; y el secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla Corti, el subsecretario de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires, Matías Moreno, y el intendente local, Alberto Gelené y Gladis D’Alessandro, esposa del detenido-desaparecido Carlos Labollita, amigo de Néstor Kirchner y Cristina Fernández.
“Necesitaron de la desaparición y tortura para imponer un modelo económico. A los que estatizaron sus deudas y apoyaron a la dictadura no les pasó nada. Terminaron más ricos y nos dejaron ese regalo. Entre ellos, la familia y del grupo económico de ya sabemos quién. Se hicieron los otarios cuando todos los argentinos debimos pagar la deuda de ellos“, señaló la Cristina Fernández de Kirchner en una clara alusión al expresidente Mauricio Macri y su padre, el empresario Franco Macri.
La vicepresidenta hizo una comparación con la Argentina anterior al golpe:
“En el 74 estudiábamos, éramos de familias de clase media. Pudimos comprar casa, teníamos ropa, ir a la universidad. En mi casa no se hablaba de cosas que luego pasaron a ser charla corriente. ¿Alguien de mi edad recuerda que se hablara del dólar y los plazos fijos? Se hablaba de cuánto para ahorrar para cambiar la casa o el auto. Parece retórico pero no lo es. Estudiabas y trabajabas para progresar. Las discusiones militantes no eran tampoco sobre el dólar. Era una Argentina de trabajo y producción y eso vinieron a cambiar el 24 de marzo de 1976“.
Cristina consideró que más allá de “las desapariciones y las ausencias de miles de argentinos” impuestas por la represión ilegal que ejerció la última dictadura, el objetivo del terrorismo de Estado fue “modificar la matriz de producción de los argentinos”.
Por otro lado, recalcó que:
“Es cierto que con las políticas de Memoria, Verdad y Justicia y con el juicio a las Juntas del presidente Alfonsín se castigaron a los que violaron los derechos humanos. Pero a los que los instigaron, a los que los apoyaron no les pasó nada, nunca“, agregó en referencia a los responsables civiles del golpe.
“Tuvimos un presidente cuya deuda terminó estatizada. Qué paradoja una familia en contra del Estado y se hicieron bien los otarios. Fue la deuda más grande hasta que tuvimos la de 2015-2019. Miren los extremos. Llegaron con el golpe y provocaron 40 mil millones de dólares de deuda externa. Y los que los instigaron llegaron por las urnas y provocaron más deuda“, prosiguió.
La deuda con el FMI
En un fragmento de su discurso, se refirió a la cuestión de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y cuestionó duramente las exigencias del organismo financiero para refinanciar las deuda de 44 mil millones de dólares que tomó el gobierno de Mauricio Macri. Asimismo, le reclamó al gobierno de los Estados Unidos, único con poder de veto en el directorio del Fondo, que acepte condiciones especiales para la renegociación, tal como ellos aceptaron darle un crédito en condiciones extraordinarias a Cambiemos para su intento fallido de reelección en 2019.
Con un dejo de ironía, CFK se preguntó si no podían “reclamarle o pedirle con dulzura (sic) que es hora que nos hagan algún gestito” a los Estados Unidos. Y recordó que aquel país apoyó “el golpe del 24 de marzo y a los ingleses en (la guerra de) Malvinas“. “Como si fuera poco, fueron centrales a la hora de que el FMI violara todos los artículos de su estatuto” para darle el préstamo al gobierno de Macri.
Se refería, así, a que el FMI le dio al macrismo un préstamo muy por encima de la cuota que tenía permitida por su participación en el organismo y sistemáticamente fue haciendo al vista gorda a los incumplimientos de metas para seguir desembolsando dinero de manera trimestral.
Inclusive, le permitió vender esos dólares para contener el precio de la divisa y evitar una disparada del dólar en la campaña 2019, una forma para nada sutil de esconder la escandalosa fuga de capitales que elevó el dólar de 16 pesos en diciembre de 2017 a 63 pesos, cuando la derrota de Macri era casi un hecho, en agosto de 2019. Todo esto estaba prohibido por el estatuto del FMI.
Al respecto, Cristina fue contundente al remarcar que el peronismo “fue el único espacio que nunca endeudó y pagó las deudas de todos los otros gobiernos“. Y apuntó contra Juntos por el Cambio:
“Deberíamos hacer todos un esfuercito (sic), sean del oficialismo o de la oposición, que son los los que mas deberían insistir para que nos den mayor plazo y menor tasa de intereses“.
Y sobre esto último, lanzó: “Todos sabemos que en los plazos y tasas que se pretenden es inaceptable“.
El Fondo reclama que Argentina suscriba un llamado “acuerdo de facilidades extendidas“, que implica la devolución del préstamo en un plazo de entre 7 y 10 años (lo que implica devolver entre 7 y 10 mil millones de dólares al año con los intereses) y comprometerse a reformas estructurales que flexibilicen las leyes laborales y previsionales.
“Es un problema que no podemos pagar porque no tenemos la plata para pagar“, concluyó.