Cristina Fernández de Kirchner podría enfrentar un complejo panorama judicial con la llegada del gobierno de Javier Milei y su socio, el expresidente Mauricio Macri, cuya influencia en Comodoro Py podría acelerar las causas contra la vicepresidenta.
La titular del Senado saliente terminará su mandato el 10 de diciembre próximo y comienza una etapa con un frente judicial complicado, donde será juzgada en tres procesos orales y públicos.
En 2022 la vicepresidenta en ejercicio recibió una primera condena. Seis años de prisión por supuesto fraude al Estado al otorgar ora pública vial al empresario amigo Lázaro Báez en la causa llamada “Vialidad”, habiendo salido absuelta en ese proceso por asociación ilícita.
La condena no se hace efectiva hasta que se agote la última instancia, es decir hasta que la trate la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Para que ello ocurra falta mucho, ya que el caso está a estudio y se aguarda la definición antes de la Cámara Federal de Casación Penal, que se prevé que ocurra en el transcurso del 2024.
Además, CFK tiene otros tres procesos que la tienen como acusada, ninguno con fecha cierta.
Uno de ellos es el caso “cuadernos” de las supuestas coimas por la confesión del chofer Oscar Centeno. Pero fue elevada a instancia del Tribunal Oral Federal Nº 7 en 2019 y está muy lejos de dar inicio. Se trata de un proceso con unos 160 acusados y planteos paralelos para desacreditar la legalidad de los cuadernos. Por eso, el proceso oral y público está lejos de comenzar.
Hay otros dos procesos que también están en instancia de juicio oral y público, pero tampoco tiene fecha certera por planteos y dificultades para realizarlo.
Se trata de los casos Hotesur-Sauces y el “Memorándum de entendimiento con Irán”, en los que la Cámara Federal de Casación Penal revocó decisiones de distintos tribunales en donde la habían absuelto.
En el caso del Memorándum con Irán, hay dos jueces que se excusaron de hacer el juicio por el cúmulo de trabajo que tienen en otros tribunales. Son Andrés Basso y Rodrigo Giménez Uriburu. Se trata de dos magistrados que supieron integrar el Tribunal que dictó la primera condena a la Vicepresidenta en la causa “Vialidad”.
Por las complejidades de establecer qué jueces harán el juicio y recién ahí podría ponerse fecha.
El otro expediente, Hotesur-Los Sauces, también viene demorado. Scuede que el Tribunal tampoco está establecido pues son en su mayoría jueces subrogantes y uno de los magistrados finaliza mandato a finales de éste mes de noviembre.
Luego no tiene procesos abiertos en primera instancia donde un magistrado pueda imponer una medida de prisión preventiva.
De cualquier forma, estos letargos mencionados podrían acelerarse con el gobierno entrante. Javier Milei debe -al menos en parte- su asunción del 10 de diciembre a Mauricio Macri, quien lo apoyó abiertamente de cara al ballotage, y de forma poco disimulada antes de las elecciones generales.
Macri apostaba a una victoria del libertario para evitar que un eventual gobierno de Sergio Massa (Unión por la Patria) influya en los tribunales de Comodoro Py donde el fundador del PRO tiene cajoneadas más de 200 causas en su contra.
De todos los expedientes que apuntan al expresidente, los referidos al Correo, parques eólicos, peajes y el espionaje ilegal eran las que más preocupaban al ex Boca.
Sin embargo, con Macri influenciando en el nuevo gobierno, los vientos de la persecución judicial contra CFK podrían intensificarse de la mano de los jueces con probados vínculos con el macrismo.
