En Juntos por el Cambio avanzan en propuestas que tiempo atrás se escondían bajo llave porque implican lisa y llanamente la eliminación de derechos laborales que perjudican a los trabajadores, pero envalentonados por el resultado electoral buscan resaltar sus diferencias con el gobierno del Frente de Todos.
Ahora la líder de la Coalición Cívica y cofundadora de Cambiemos Elisa Carrió participó de un encuentro con comerciantes, representantes del sector turístico y vecinos de Villa La Angostura para hacer campaña y aprovechó la ocasión no sólo para coincidir con Mauricio Macri, Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal en el pedido de “terminar con la indemnización” por despido, sino que también sumó cuestionamientos respecto de las cargas sociales, ítem constitutivo de lo que significa que un empleo sea registrado.
Carrió estuvo en el sur para mostrar su apoyo al candidato local de Juntos por el Cambio. Allí rechazó las indemnizaciones por despidos, con énfasis “en las Pymes”, y hasta confesó en ánimos de ejemplificar que echó en plena pandemia a dos empleadas domésticas, a las que les tuvo que pagar “una fortuna” por la compensación doble que rige por decreto nacional.
“La revolución impositiva en la Argentina es parte de esta revolución republicana que empezó con el campo por la cuestión impositiva de las retenciones. Hay que simplificar impuestos, discriminar entre Nación, Provincia y Municipios, hay que bajar impuestos y tener programas sociales y universales como el ingreso ciudadano. Y hay que terminar con la indemnización que a las Pymes las funde”, dijo la ex diputada.
En la misma línea, como se ve en un fragmento de video de la actividad, sostuvo el argumento liberal que “la prohibición del despido con doble indemnización impide el trabajo“.
En diálogo con los comerciantes que Juntos por el Cambio le puso enfrente, Carrió contó cómo despidió a sus empleadas domésticas: dijo que tuvo que “pagar una fortuna a una chica que trabajó conmigo como empleada doméstica un mes y diez días” y “ni hablar de otra que tuve 6 o 7 años”, en referencia a la doble indemnización por la crisis por la pandemia del COVID.
No conforme, Carrió también apuntó contra otros derechos básicos que constituyen el concepto de empleo registrado. “La verdad que las cargas sociales son insoportables en este contexto”, expresó, y hasta se animó a hacer bromas sobre sus ingresos: “Decí que daba cursos en el Instituto (Hannah Arendt, donde da clases a veces con María Eugenia Vidal) y cobro porque no se puede afrontar ese tipo de pagos”.
La indemnización laboral ante el despido fue uno de los temas que protagonizaron la campaña electoral. El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, con apoyo de Mauricio Macri y Vidal, se metió en el barro al expresar su apoyo a eliminarlo para ir hacia un “sistema de seguros”, como ya se utiliza en el gremio de la construcción, según dijo.
Lo que no dijo es quién paga ese “seguro”, justamente, porque lo financia el propio trabajador de su bolsillo. Es eso lo que, según algunos empresarios, hace más “sustentable” echar trabajadores. El argumento es que con ese “ahorro” podrían contratar más empleados.
En ese sentido, diputados de Juntos por el Cambio, encabezados por Héctor Stefani (PRO), impulsaron un proyecto que propone modificar el sistema tradicional de indemnizaciones para crear el Seguro de Garantía de Indemnización (SGI) ante eventuales pérdidas de puestos laborales o cese de actividades.
La iniciativa ingresó a la Cámara baja y espera ser debatida por las comisiones de Legislación del Trabajo, que preside Vanesa Siley (Frente de Todos) y de Presupuesto, a cargo de Carlos Heller, antes de llegar al recinto. Luego se sumó otro similar en el Senado, de la mano del radical Martín Lousteau.