La campaña sucia de Marcos Peña llegó para intentar superar los escollos que la misma gestión de Cambiemos puso en el camino de Mauricio Macri hacia la reelección. Hoy por hoy, los funcionarios de Cambiemos encuentran imposible realizar “timbreos“. Macri no puede pisar el Conurbano sin generar un fuerte repudio popular.
La gobernadora María Eugenia Vidal no está mucho mejor, a pesar de ser la dirigente con mejor imagen hacia dentro de Cambiemos. Su cercanía con Macri ha desgastado su figura y también es blanco de habituales escraches.
Por eso la campaña que Marcos Peña diseñó tendrá como eje la utilización de redes sociales y aplicaciones de mensajería como el clásico WhatsApp. La idea de fondo es llegar a la familia, los amigos, vecinos e incluso al grupo del trabajo, con contenido “de impacto”. El objetivo es generar “interacciones” con quien lo reciben y que no pase inadvertido como suele suceder con la propaganda política.
“No sirve spamear, lo que necesitás es construir redes de vínculos, en temas, territorios y segmentos que nos permita generar un ida y vuelta y no pensar Whatsapp como una herramienta, sino como una cultura. La misma cultura que cada uno de nosotros tiene para vincularse con 20 grupos al mismo tiempo”.
El mismo presidente Mauricio Macri encabeza desde hace días este operativo. Cada día envía entre 20 y 30 mensajes de audio a grupos de Whatsapp o ciudadanos que no esperarían un mensaje del mismo presidente. La idea es “soprender” a los propios con un mensaje personalizado para generar “impacto” y por ende “interacción”, logrando que repliquen el mensaje a sus contactos con un mensaje positivo en relación al mandatario.
Fake news para convencer a los indecisos
Sin embargo, el objetivo de fondo no es convencer a los ya convencidos sino buscar votos. Esto es algo que le está resultando difícil al gobierno, que ve con preocupación como se consolida el voto al Frente de Todos.
La campaña sucia de Marcos Peña también supone que cada funcionario o “voluntario” de Cambiemos sume 10 convencidos para potenciar la campaña virtual y 10 indecisos y los convenza de la necesidad de “cuidar el cambio”. Para estos últimos, la clave es trabajar con fake news que permitan incidir en la construcción de sentido de los indecisos.
Además, Peña pide que “todos creen sus propios contenidos y los difundan” ya que “no es importante que todos digan lo mismo” sino llegar a más gente y convencerlos del cambio. En relación a esto, importa más la verosimilitud que la verdad.