Luego de la reunión en Casa Rosada entre el Gobierno y los directivos de las compañías elaboradoras de los productos del programa “Precios esenciales”, Martín Cabrales, vicepresidente de Café Cabrales, tomó la palabra y generó indignación por su destrato a las clases populares, supuestas beneficiarias del plan gubernamental.
“Chicos, pónganse contentos que tienen asado y vino”, dijo el representante de la histórica firma cafetera en diálogo con los medios a la salida de Casa Rosada.
“El presidente no piensa que con esto se va a bajar la inflación. Sería muy inocente pensar eso. Él cree que esto es un alivio a los consumidores”, afirmó anteriormente.
Luego, en otra entrevista, Cabrales afirmó que el programa no es un control general de precios sino “una canasta”, “un paliativo” para “aliviar el bolsillo”, que evaluó como “un apoyo no a un gobierno sino al consumidor”.
Al ser consultado si él creía que estas medidas son necesarias, Cabrales respondió que “no”, aunque agregó que “sí van a ayudar”.
