Parece que Cambimos no pega ni una. La incorporación de Miguel Ángel Pichetto tenía como objetivo neutralizar todo posible acercamiento de los gobernadores peronistas a la oposición encarnada en la fórmula Fernández-Fernández.
Lo principales objetivos que tenía el “Plan Pichetto” era seducir a los gobernadores de Santa Fe, Entre Ríos, San Juan y Córdoba. Todos ellos ganaron con más del 50% de los votos, con la excepción de Perotti, que tiene el mérito de haber desplazado al socialismo de la gobernación luego de 12 años de gobierno.
Por otra parte, Gustavo Bordet (Entre Ríos) y Sergio Uñac (San Juan) rápidamente anunciaron su apoyo a la candidatura presidencial de Alberto Fernández. Schiaretti, por su parte, amigo personal y ex exempleado de Macri fue el único que se acercó al presidente tras ser electo.
Las especulaciones se dispararon en torno a qué haría Perotti, quien a pesar de inclinarse por el peronismo, se ocupó de dar gestos ambiguos para contener a Casa Rosada.
Perotti le cierra la puerta a Pichetto: “Ya empezamos a volver”
Las dudas se habían generado por la ausencia del mismo Perotti en la presentación de Cristina en Rosario el día de la Bandera. Sin embargo, Alberto Fernández despejó todas las incógnitas.
Anoche cenamos con @omarperotti, gobernador electo de Santa Fe. Nos comprometimos a trabajar juntos para que su provincia crezca y se desarrolle.
Vamos a iniciar un tiempo que ponga fin a los desencuentros del pasado. Vamos a hacerlo entre todas y todos. pic.twitter.com/9VdawhdFwQ
— Alberto Fernández (@alferdez) 3 de julio de 2019
Se trata de otro apoyo de peso para el Frente de Todos, la única oferta opositora en estas elecciones.