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jueves, abril 18, 2024

El recuerdo de Eduardo Hidalgo por Alejandra Santucho

Este sábado, al cierre de El Juego en que Andamos en Radio Nacional Bahía Blanca, Alejandra Santucho trajo un sentido homenaje a Eduardo Hidalgo, referente de la Asamblea por los Derechos Humanos en Bahía Blanca.

Visiblemente emocionada, la referente de H.I.J.O.S. Bahía Blanca, homanejeó al "último de los quijotes de esta Bahía del Silencio, que era como el llamaba a nuestra ciudad".

El homenaje completo

Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta salud de saber que estamos muy enfermos,
esta dicha de andar tan infelices.
Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta inocencia de no ser un inocente,
esta pureza en que ando por impuro.

Si me dieran a elegir, yo elegiría
este amor con que odio,
esta esperanza que come panes desesperados.

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Aquí pasa, señores,
que me juego la muerte.

Este Poema del querido Juan Gelman, es el que le da nombre a nuestro programa “el juego en que andamos” y hoy mágicamente, parece haber sido escrito especialmente para este día, para este humilde pero el más genuino de los homenajes, que le queremos dedicar a nuestro querido Chiquito, el gran Eduardo Hidalgo que se nos fue hace apenas 3 días.

Hoy nos queremos sobreponer al intransferible dolor que sentimos, para contarles que no solo se fue un tipo excepcional, sino que se fue un imprescindible, el último de los quijotes de esta Bahía del silencio, como el la llamaba a nuestra ciudad.

Esta ciudad, que sin Eduardo y sin su gran amigo y compañero del alma Ernesto Malicia nunca hubiera logrado el juzgamiento a los genocidas y la denuncia a los partícipes civiles y los Poderes reales locales, a los que siempre enfrento sin medias tintas ni eufemismos. Para los enemigos del pueblo de esta ciudad, como los Massot y sus seguidores, era, como dijo otro querido compañero “un enemigo de verdad, no de cartón pintado”. Los denuncio y combatió hasta el último de sus días.

Pero hoy les queremos contar su lucha, no nuestro dolor, esa lucha que a los poderosos les convenían silenciar y que como dijo la gran Hebe al despedirlo “Fue un hombre que peleo en Bahía Blanca contra viento y marea”. Hebe era su ejemplo, su guía, su coherencia a seguir. Hebe lo sabía y era reciproco el afecto que se tenían desde siempre.

Como tantas familias argentinas, la flia de Eduardo fue devastada x el Terrorismo de Estado.

Eduardo tenía solo 24 años, estaba casado y tenía un hijo de menos de un año, cuando la dictadura genocida lo secuestro en el año 76. Sufrió dos secuestros entre septiembre noviembre de ese año. En ese ínterin sus padres también sufrieron un corto secuestro y mientras él estaba desaparecido, asesinaron a su hermano Daniel y su pareja Olga Souto Castillo, embarazada.

Secuestrado en el CCDT y E La Escuelita, padeció torturas inimaginables, que fueron descriptas y corroboradas en cada una de sus denuncias y declaraciones. Del Centro clandestino, es trasladado a la cárcel de Villa Floresta y luego a la unidad 9 de La Plata. En el 78, lo vuelven a trasladar a Bahía, y es liberado en 1979, aunque por supuesto siguió siendo perseguido, vigilado y amenazado, no solo en los 80 y 90 sino hasta el 2009 y también en el 2017, bajo el gobierno de la alianza juntos x el cambio de macri y cia,

Llegada la democracia, comenzó la batalla contra la impunidad de todas las atrocidades cometidas, y es allí donde este gigante comenzó a dejar todo en búsqueda de Justicia y reivindicando a su hermano, cuñada y a los 30Mil compañeros desaparecidos. Conformo la Asamblea Permanente por los derechos humanos APDH desde sus inicios, a mediados del 85 y a la par del entrañable Ernesto Malicia, fue el único Organismo de DDHH que tuvo personería jurídica en la ciudad. Recién en el 2013, desde HIJOS nos sumamos a esta “legalidad” para querellar en los juicios y por entender que debíamos recoger tanta lucha sembrada, fundamentalmente por la Asamblea.

Ernesto y Eduardo, nos marcaron ese camino a seguir allá por los años 90, cuando florecía HIJOS y sabíamos que para ellos era un orgullo y también un alivio, vernos organizarnos y juntarnos. Fue la APDh quien nos amontono y nos acunó para empezar a ver cómo era esto de batallar juntos y juntas, en estas tierras tan hostiles, con luchas que a muy pocos les interesaban. Ernesto nos dejó tempranamente, cuando todavía teníamos mucho para aprender de Él. Con Eduardo trazamos un camino que fue mucho más allá de la militancia.

No alcanzaría un libro para contar el derrotero de lucha de Eduardo de allí en más, para llegar hasta nuestros días con siete juicios de Lesa atravesados y mil batallas, algunas ganadas, otras perdidas, pero siempre con la misma dignidad inclaudicable

A partir del 2003, las políticas de Derechos humanos del país, le vinieron a traer esperanza y alivio igual que a tantxs argentinos. Empezaron a delinearse políticas públicas de DDHH de la mano de los gobiernos de Nestor y Cristina y allí Eduardo comenzó a apoyarlas y a ser parte de todo, en lo que podía aportar. Fueron reparadores años para los organismos de DDHH, cuando empezamos a ver como se plasmaban esos reclamos por los que tanto se había luchado. La calle nos encontró juntxs a Eduardo por la Asamblea, la Red por la Identidad conformada x esos años, HIJOS y toda la militancia que entendía que había cambiado el paradigma de la historia y que era el momento de plasmar nuestros reclamos en acciones concretas. Estaba Feliz y sus ojos brillaban ante cada avance que se concretaba. Mantuvo esa coherencia ideológica hasta el último de sus días, apoyando las políticas de gobiernos nacionales y populares que benefician al pueblo.

Esta ciudad no hubiese sido la misma sin la presencia de Eduardo, Nosotras tampoco. Mucho de lo que somos es gracias a él, su persistencia, su terquedad y su ejemplo único de 40 años de lucha.

Eduardo vino a llenar nuestras ausencias y en su palabra, su ejemplo, y su convicción, veíamos las convicciones de nuestros viejos y viejas, con los cuales él había militado

Hoy en Eduardo, también se fue un poquito de nuestros padres y madres, que algunxs de nosotras no los pudimos tener ni despedir, y que algo o mucho, de ellos pudimos encontrar en Chiquito.

Gracias por todo y por tanto Edu querido, cuesta creer que ya no estarás físicamente, pero sabemos que ya trascendiste todas las fronteras y serás eterno para todos quienes te quisimos tanto. Sos parte de la Historia y de nuestras vidas.

HASTA LA VICTORIA SIEMPRE COMPAÑERO. Chiquito Eduardo Hidalgo

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